Los especialistas de la OIT y la OMS analizaron en conjunto, por primera vez, el impacto de 19 factores de riesgo ocupacional, como la duración de las jornadas de trabajo, aspectos ergonómicos y exposición a contaminantes, sustancias carcinógenas o ruido.
Las largas jornadas de trabajo son el principal riesgo ocupacional que enfrenta el mundo laboral a nivel global, por encima del impacto que causa en la salud de las personas trabajadoras la exposición a elementos tóxicos como partículas en suspensión, gases y humo. Todo esto sin considerar todavía el impacto de la pandemia entre la población ocupada.
Un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidenció que la sobrecarga laboral está vinculada a unas 750,000 muertes al año, principalmente por su impacto en enfermedades cardiacas y accidentes cardiovasculares.
Ambos organismos difundieron este viernes la primera investigación en conjunto con la que analizaron las pérdidas de salud relacionadas con el trabajo. Analizaron la información proporcionada por los sistemas públicos de cada país entre los años 2000 y 2016 y determinaron que a nivel mundial cada año mueren 1.9 millones de personas por padecimientos relacionados con su ocupación.
En el estudio se tomaron en cuenta 19 factores de riesgo ocupacional, como la duración de las jornadas de trabajo, los aspectos ergonómicos y la exposición a contaminantes, sustancias carcinógenas o ruido, por mencionar algunos. La sobrecarga laboral encabeza la lista.
Todos estos factores se pueden traducir en enfermedades y traumatismos que no sólo representan una carga adicional para los sistemas de salud, advierten los encargados de la investigación, sino que reducen la productividad de las personas y pueden tener un “impacto catastrófico” en los ingresos de las familias.
Por tipos de enfermedad, las no transmisibles representan el 81% de los fallecimientos atribuibles a riesgos ocupacionales. Hasta antes de la pandemia, las principales causas de muerte fueron la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (450,000 muertes); el accidente cerebrovascular (400,000 muertes) y la cardiopatía isquémica (350,000 muertes). Los traumatismos, por su parte, son la causa del 19% de los decesos.
«Es chocante ver cómo tantas personas mueren literalmente a causa de su trabajo”, expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Nuestro informe es una llamada de atención a los países y las empresas para que mejoren y protejan la salud y la seguridad de los trabajadores cumpliendo sus compromisos de proporcionar una cobertura universal de servicios de salud y seguridad en el trabajo”.
Mejora general, retroceso particular
En las casi dos décadas de información que abarca el estudio, los fallecimientos relacionados con riesgos ocupacionales disminuyeron cerca de 14% en términos anuales, lo que a decir de los investigadores de la OIT y la OMS está impulsado por mejores políticas de salud y seguridad en el trabajo.
Sin embargo, al mirar las causas de las muertes, las relacionadas con cardiopatías y accidentes cardiovasculares asociados a las largas jornadas aumentaron 41 y 19%, respectivamente. “Esto refleja una tendencia creciente respecto de este factor de riesgo ocupacional relativamente nuevo y psicosocial”, se detalla en el documento.
El informe pone en evidencia que se necesitan más medidas para garantizar espacios de trabajo sanos, seguros, resilientes y justos, para lo cual es necesario fomentar una cultura de salud ocupacional a nivel de políticas públicas.
Junto con el análisis de los 19 factores de riesgo ocupacional, los especialistas de ambos organismos multilaterales presentaron acciones preventivas para cada uno de ellos. Respecto a las largas jornadas de trabajo, por ejemplo, recomiendan definir un “límite máximo saludable” que no exceda las 48 horas semanales, así como mayores medidas para fomentar un mejor balance entre la vida laboral y la personal de las personas trabajadoras.
“Estas estimaciones proporcionan información importante sobre la carga de morbilidad relacionada con el trabajo, y esta información puede ayudar a configurar políticas y prácticas para crear lugares de trabajo más saludables y seguros”, afirmó Guy Ryder, director general de la OIT.
“Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores pueden tomar medidas para reducir la exposición a los factores de riesgo en el lugar de trabajo. Los factores de riesgo también pueden reducirse o eliminarse mediante cambios en los modelos y sistemas de trabajo. Como último recurso, los equipos de protección personal también pueden ayudar a proteger a los trabajadores cuyo trabajo no les permite evitar la exposición”, agregó.
Los especialistas reconocen que es probable que el número de fallecimientos asociados a enfermedades o lesiones ocupacionales aumente en las próximas mediciones, pues todavía falta cuantificar el impacto de nuevos factores de riesgo y de la secuelas de la pandemia de covid-19 entre la fuerza laboral.
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