«Tres hombres se vieron  ante la puertas del Cielo en espera de ser admitidos. San Pedro interrogó al primero «¿cuántas veces le fuiste infiel a tu mujer? Confesó, apenado «2 veces». El apóstol  le entregó un cochecito compacto para que anduviera por la morada celestial. El segundo confesó; «una vez» y le tocó un auto mediano.  El tercero respondió orgulloso: «Ni una sola vez.  Ni con el pensamiento la engañé».  San Pedro le entregó un automóvil de lujo. Al día siguiente, los dos primeros vieron al tercero llorando  ¿Por qué lloras, a tí te corespondió el mejor auto? – Acabo de ver pasar a mi mujer, iba en una bicicleta de segunda mano». respondió». Lo publica «Catón» en «Reforma». Foto de Streaming».