«Dulce como el arroyo somnoliento.. Mansa como la lluvia distraída.. pura como la rosa florecida.. Y próxima y lejana como el viento.. Esta mujer que siente lo que siento.. Y está sangrando de mi propia herida.. Tiene la forma justa de mi vida.. Y la medida de mi pensamiento… Cuando me quejo es ella mi querella.. Y cuando callo mi silencio es ella.. Y cuando canto es ella mi canción… Cuando confío es ella la confianza.. Y cuando espero es ella la esperanza.. Y cuando vivo es ella el corazón».. Es de la autoría del poeta argentino Francisco Luis Bernández y nos lo envió el Arq. Mario Méndez Acosta. Foto de «Poeticous».