Al estilo Mathey
· Roma bien vale una misa
Gustavo Cadena Mathey
Buen día apreciado lector:
Tradicionalmente el trabajo de los periodistas es complicado y no siempre, pero generalmente ingrato.
Lo sabemos los que venimos prácticamente de la prehistoria del oficio que se aprendía en la inigualable “universidad de la vida” pero con la despectiva graduación de “empírico”, en aquellas viejas imprentas con el inolvidable olor a tinta y esa maravilla de letras en plomo para formar textos, los famosos “tipos”.
Con los años el oficio se convirtió en profesión, que a pocos les dio señorío, a unos cuantos reconocimiento y simpatía y a muchos, repudio.
Mal que bien desde entonces la historia y la práctica enseñan que todo aquel individuo o grupo que requiere promoción para cargos públicos en la política, el cine o la televisión necesita inicialmente de un periodista que lo magnifique.
Lo acabamos de ver con el Papa Francisco, el Jefe de la Iglesia Católica, con millones de seguidores en el mundo y pone el ejemplo de que sí se puede llevar la fiesta en paz con los periodistas, claro, con los periodistas serios que a través de los años demuestran que lo son, como se vio este fin de semana cuando entregó a la periodista Valentina Alazraki el reconocimiento más alto otorgado a los laicos, reservado tradicionalmente para jefes de Gobierno.
A través de la cadena Televisa Valentina Alazraki ha cubierto las actividades del Vaticano durante más de 40 años y se ha ganado la gratitud y simpatía no solo de los papas a los que ha tratado, sino del auditorio en general del continente americano.
Fue contundente y claridoso en su discurso del sábado, cuando agradeció que los periodistas hayan contribuido a ayudar a descubrir los escándalos de abusos sexuales de alguna parte del clero, que se trató de encubrir.
El Papa elogió lo que llamó la “misión” del periodismo y dijo que era vital que los reporteros salieran de sus salas de redacción y descubrieran lo que estaba sucediendo en el mundo exterior para contrarrestar la desinformación “y a no esconder lo que está bajo la alfombra”.
Parafraseando la frase “París bien vale una misa”. según Wikypedia atribuida a Enrique de Borbón o de Navarra, pretendiente al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar, hoy Roma bien vale ese Papa argentino que da ejemplo de cómo llevar la fiesta en paz con la prensa.
Tengamos paz y armonía en nuestros hogares y cuidemos el agua y las plantas.
gustavocadenamathey@nullgmail.com