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El Economista

México tiene como metas: reducir las emisiones de metano en 30% y lograr que la deforestación sea del 0% al cierre del año 2030.

Patricia Ortega.
El presupuesto global de carbono estima 11 años más quemando carbón al ritmo actual para limitar el calentamiento global. Foto: Archivo.

Durante la COP26 se alcanzaron los acuerdos para reducir las emisiones de metano, el uso del carbón, además de frenar la deforestación en 2030 y se estableció como estrategia el financiamiento de industrias y tecnologías verdes en lugar de industrias de combustibles fósiles.

México tiene como metas: reducir las emisiones de metano en 30% y lograr que la deforestación sea del 0% al cierre del año 2030, comentó Eduardo Piquero, director general de MéxiCO2, la plataforma mexicana de carbono.

“Para la descarbonización del sistema de generación de la electricidad, el foco está en la rapidez, porque vamos a necesitar descarbonizar muy rápido la red. Se requiere mucha inversión para que el parque de generación sea más eficiente, muchas plantas no son eficientes y van a tener que transformarse e incluso cambiar de tipo combustible. México puede acceder a gas natural muy barato, si todo sigue igual, a través de los nuevos gaseoductos”.

Mencionó que el tema de las hidroeléctricas (todas estatales), algunas no tienen más agua. “El cambio que tuvimos en los niveles de las precipitaciones, en algunos casos las hidroeléctricas están al 60% de su capacidad. Hay un gran problema con la generación en el centro del país y eso requiere dinero estatal”.

Dijo que la generación renovable está cayendo, debido a que la inversión para hacer un parque solar o una planta eólica se ha reducido de manera estrepitosa.

Descarbonización
“Con energía más barata se pueden producir bienes y servicios más competitivos, y nuestro gran competidor es China que tiene energía muy barata. La energía fósil cada vez se transforma en más cara, sino hacemos este cambio a renovables vamos a perder competitividad independientemente de que sea público o privado el recurso”, dijo Piquero quien es miembro de Climate Action Reserve.

Comentó que los cambios traen incertidumbre y que el tema de los cambios en el sector energético, tienen muchos detalles que son impracticables. “Por un lado, tenemos incertidumbre del lado de energía, sin embargo, a través de la plataforma mexicana de carbono, sabemos como calcular esa descarbonización, como compensar esas emisiones, comoproteger esos bosques o manglares.

Piquero consideró que se requiere no solo de energía renovable sino también del cuidar las pocas áreas naturales que le queda a la humanidad “y ahí México tiene mucho que hacer”.

“Las empresas están buscando reducir sus emisiones de CO2, quieren ser Carbono Neutral o Net Zero (equilibrio entre la cantidad de gas de efecto invernadero producido y la cantidad eliminada de la atmósfera), lo que está apalancando las transacciones de las empresas. La ambición Net Zero es lo que está moviendo al mercado incluso más que el mercado de carbono y los lineamientos que están estableciendo en Europa. Estos objetivos que se han autoimpuesto las empresas son las que están detonando todas las acciones”.

Y es que a partir del 2025, la Unión Europea tiene una legislación que exige que a los productos se le realice el seguimiento del carbono. En la industria automotriz ya lo están midiendo, sin embargo, “el problema son los productos agropecuarios (carne, huevo, pollo), que tienen una huella y que además piden que estén libre de deforestación, ya lo adoptó Gran Bretaña, se está discutiendo en: Japón, Canadá y no hace falta mucho para que se discuta en Estados Unidos”, concluyó Piquero.

patricia.ortega@nulleleconomista.mx
Foto de La Razón.