Tengo conciencia de lo que es Japón (el antiguamente denominado Imperio del Sol Naciente). por la ya muy lejana Olimpiada de México 68.  Por influencia de mi hermano Rafael, hoy arquitecto de profesión, que en aquel entonces formaba parte del equipo de gimnasia de la preparatoria oficial de Córdoba, en casa seguíamos con especial atención la justa deportiva, pero, sobre todo, las competencias de gimnasia. Recuerdo a Akinori Yakayama, la gran estrella del equipo nipón de la especialidad, era un esteta sobre todo en la prueba de los aros. Cuando ejecutaba el famoso «cristo» —que ahora ya se hace hasta invertido—, mi hermano se emocionaba ante la perfección con la que lo hacíaa, misma emoción que contagiaba al resto de la familia. Recuerdo esa olimpiada y a los japoneses en particular, porque su equipo de fútbol fue capaz de arrebatarnos la medalla de bronce que todo México ya daba como un hecho por ser el país anfitrión. En pocas palabras, la representación japonesa era una potencia mundial. Pero no fue hasta muchos años después cuando tomé conciencia de lo que representa Japón y su milenaria cultura que ha hecho de ese país un ejemplo de organización, disciplina, educación y civilidad humana (es la ¡tercera economía mundial!). Admirable en verdad. Esa forma de ser que caracteriza al pueblo nipón se dio en el Mundial de Brasil en el 2014. Los aficionados de esa nación fueron protagonistas de una de las más sorprendentes y singulares imágenes del campeonato. Al termino de cada partido, con bolsas de basura que ellos mismos llevaban, los educados seguidores de su selección recogían los desechos de las gradas que habían ocupado en los estadios, actitud que fue celebrada en todo el mundo como un ejemplo de civilidad y urbanidad. Este artículo tiene hilo, le pido a los lectores que no dejen de seguirlo. Les va a gustar lo que vamos a seguir narrando de Japón y su sorprendente cultura que data de más de 35 mil años cuando empezó a ser habitado su archipiélago. Foto de Wikipedia.