“Sientes que te amarran, que no te puedes mover”, relató Carlos Platas Meneses, quien padece Párkinson desde hace 13 años. Cada día lucha por sobrellevar la enfermedad, la cual hasta el momento no tiene cura.
Los primeros síntomas aparecieron luego de sufrir un accidente automovilístico, lo que le causó daños motrices. Primero comenzó a caminar lento, a perder la fuerza del brazo que se había lastimado y, de pronto, los temblores comenzaron, para después pasar a la rigidez de todo su cuerpo.
“No me daban un diagnóstico exacto, me decían que era esclerosis múltiple, me decían que era epilepsia, hasta que me puse a investigar y entonces dije, es Parkinson.”
Carlos Platas, quien es presidente de la asociación civil Amigos del Parkinson de la ciudad de Veracruz, aseguró que, de acuerdo con especialistas, los síntomas que se presentan pueden variar en cada persona; desde los movimientos involuntarios hasta la rigidez del cuerpo, lo que complica realizar quehaceres cotidianos como bañarse, rasurarse o vestirse.
La Secretaría de Salud detalla que los síntomas principales de una persona que padece esta enfermedad son los temblores en la cara, mandíbula, manos, brazos y piernas; lentitud en los movimientos, problemas de equilibrio y coordinación, y rigidez en las extremidades y el tronco.
Carlos presenta rigidez en su cuerpo, la que a veces lo mantiene postrado en su cama sin poder moverse; siempre tiene que estar medicado. Los constantes movimientos involuntarios hacen que su cuerpo no tenga descanso alguno, además del desgaste físico también existe el emocional, aseguró.
“El Parkinson es depresión, tristeza, ansiedad, angustia, desesperación, lagrimas, desesperación, sangre todo eso pasa un paciente con Parkinson.”
Con el paso de los años y la complicación de los síntomas dejó de hacer diferentes actividades como conducir y mantener el equilibrio, lo que le generó una fuerte depresión.
“Qué pasó por mi mente, pues suicidarme. La depresión te ataca muy fuerte, no te explican o no te explicaban qué es el problema, piensas tonterías.”
Además, los pacientes con Parkinson tienen que enfrentarse a prejuicios y señalamientos de sus propios familiares y de la gente que los ven en la calle, aseguró Carlos Platas.
Pandemia complicó la situación
La llegada de la pandemia de la covid-19, fue otro de los factores que recrudeció las condiciones para las personas con Parkinson. En el caso de Carlos dice que el confinamiento empeoró sus movimientos involuntarios.
“Se me aceleró más la enfermedad, porque uno está pensando qué es lo que vamos a hacer. Yo no tenía estreñimiento y ahora tengo, porque los músculos del organismo se vuelen rígidos”, dijo.
Además de los daños emocionales y físicos que la pandemia trajo para las personas que padecen Parkinson, también tuvieron que suspender actividades dentro de la asociación Amigos del Parkinson.
Lo anterior debido a que los pacientes con Parkinson son más propensos a tener complicaciones si padecen covid, ya que pueden desarrollar neumonía o enfermedades respiratorias más graves.
“Nosotros, como pacientes con Parkinson somos muy vulnerables al covid, cualquier neumonía o pulmonía es letal para nosotros. El paciente de Parkinson no muere de Parkinson muere de esto de neumonía o pulmonía.”
Durante la contingencia sanitaria la asociación registró la muerte de tres personas con Parkinson debido a que se contagiaron de covid y tuvieron complicaciones.
Falta de medicamentos y de atención
La Secretaría de Salud señala que en México, 50 de cada 100 mil habitantes puede padecer Parkinson. Aunque en México no hay cifras exactas de cuántas personas padecen la enfermedad, se estima que hay aproximadamente 50 mil personas con este mal en el país.
Veracruz en el 2021 cerró con 593 personas diagnosticadas con esta enfermedad, según el Boletín Epidemiológico de la semana 52 de la Secretaría de Salud. En lo que va del 2022 en estado se tiene el registro de 52 nuevos casos.
Pese a esta cifra, Carlos Platas aseguró que los pacientes con Parkinson se encuentran olvidados, por la falta de medicamentos y atención médica. Una persona que sufre Parkinson debe estar siempre medicada, al mes gasta un promedio de mil 800 a 2 mil pesos.
Aunque aseguró que algunos medicamentos son proporcionados por la Secretaría de Salud, no llegan suficientes, por lo que tienen que comprar.
Son tres medicamentos que consumen Cloisone, de 30 tabletas tiene un costo de mil 380, Pramipexol está entre 500 pesos y el más barato que sí lo proporcionan las autoridades de salud es el Biperideno en 100.
“Están en desabasto (los medicamentos) y es ahí donde te ponen a sufrir, porque te lo tienes que tomar”, comentó Carlos.
Algunas asociaciones como la de Amigos del Parkinson, se ponen en contacto con otras de la Ciudad de México para conseguir estos medicamentos y surtirles a las personas que no puede pagar esta cantidad.
Actualmente, la asociación se encuentra en paro de actividades por la pandemia, no obstante, ya están planeando el regreso. Son alrededor de 25 personas que forman parte de esta organización, aunque Carlos asegura que llegaron a atender a más de 300.
Amigos del Parkinson se encuentra buscando un nuevo lugar para instalarse, pues en su antigua sede les robaron las pocas herramientas que tenían, pese a eso Carlos no desiste en volver a reabrir la fundación para seguir ayudando a más personas.