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Tras dos años de pandemia ya hay más empleo, pero con peores condiciones: GH

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El Economista

Aunque el mercado laboral muestra un crecimiento en sus niveles de ocupación, las personas están trabajando de manera independiente o se han incorporado en empleos de menores ingresos con contratos temporales y jornadas reducidas.

 

Dos años y una pandemia después, la fotografía del mercado laboral refleja una recuperación sólida de los niveles de ocupación, pero también muestra que las oportunidades laborales que se han creado después del golpe inicial de la emergencia sanitaria han sido en condiciones más adversas, como trabajos temporales, de bajos salarios y, en muchos casos, sin paga.

En el cuarto trimestre de 2021 la población ocupada creció en 1.2 millones de personas en comparación con el mismo periodo de 2019, antes de que la pandemia impactará en la economía, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). El 44% de este crecimiento se ha concentrado en el trabajo subordinado; aunque el trabajo por cuenta propia explica el 49% del aumento en la población ocupada.

A la par de esto, la tasa de desocupación cerró el 2021 en 3.6%, abarcando a 2.2 millones de personas, 218,000 personas más que lo reportado para el último trimestre de 2019.

Así, mientras el mercado laboral se ha mantenido en un proceso de recuperación, la población en edad de trabajar también ha incrementado, lo que ha generado un crecimiento en la población desocupada y en la población inactiva laboralmente, también conocida como desalentados, es decir, personas que no tienen trabajo, pero tampoco lo están buscando.

“El hecho de que las remuneraciones sean bajas, que todavía sigue existiendo cerca de 16 millones de trabajadores subordinados que no tienen contrato por escrito y que una cantidad similar de subordinados no tiene acceso a la seguridad social, esto genera un entorno de falta de incentivos para que los jóvenes se incorporen al mercado laboral”, señala José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

Las últimas cifras de la ENOE indican que las personas sí están encontrando empleos formales con contratos escritos y prestaciones. El sector formal aumentó en 55% su nivel de ocupación en comparación con el cuarto trimestre de 2019. La otra cara de la moneda, es que las nuevas oportunidades laborales se han concentrado en trabajos de medio tiempo, empleos temporales y con menores salarios.

Mientras que los perfiles salariales más altos han perdido nivel de ocupación, la población que gana hasta dos salarios mínimos ha crecido en 4 millones de personas. Aunque esto se explica en buena medida por los incrementos al salario mínimo, José Luis de la Cruz no descarta que también es un reflejo de la precarización del mercado laboral, pues las personas están consiguiendo empleo, pero con menores percepciones.

“Creo que lo que vamos viendo es que ante la falta de creación de estos buenos empleos en términos de remuneración económica, más cantidad de trabajadores van a irse clasificando sobre todo entre uno y dos salarios mínimos”, expuso el especialista.

Tendencia a menores ingresos

En ese sentido, Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, explica que la ENOE ha mostrado una tendencia en la creación de oportunidades laborales con menores salarios.

“Parece confirmarse esta tendencia de creación de trabajos de bajos ingresos, que en su mayoría son ingresos insuficientes para superar un umbral de pobreza, que al menos son dos canastas básicas como ingreso”, apunta el especialista.

Sin omitir el factor del incremento al salario mínimo, para Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores, las ganancias en los perfiles salariales más bajos también obedecen a que hay más demanda de empleo que oferta de trabajo. “Eso deprime inevitablemente los salarios”.

Después de años de pandemia y a medida que los planes de vacunación han avanzado y la economía se ha reactivado, todas las actividades muestran un saldo positivo, con el sector de servicios aportando el 69% del incremento del nivel de ocupación y el sector industrial el 24%, aunque los trabajos en gobierno, transporte y servicios diversos mantiene un déficit.

Con contrato, pero temporal

El crecimiento del trabajo subordinado ha estado acompañado de un incremento en los empleados con acceso a prestaciones a la par de una reducción de los asalariados que no cuentan con prestaciones. Lo que sugiere que quienes han encontrado un empleo, lo han hecho con las garantías mínimas de ley.

Sin embargo, aunque el 81% de las personas que se incorporaron a un trabajo subordinado lo hizo con un contrato por escrito, el 72% de ellos lo hizo con un contrato temporal. En opinión de José Luis de la Cruz, esto refleja una recuperación en el mercado de trabajo con precarización.

“Es parte de la dinámica que vive la economía en este momento. Las empresas están buscando de momento hacer una contratación temporal, no están en condiciones de ofrecer un contrato por tiempo indefinido por la duración del proyecto es menor, no tienen la certidumbre que tendrá éxito con el negocio o bien, porque los costos laborales son mayores y la economía no lo hace rentable. Estamos viviendo una época de incertidumbre que castiga la estabilidad en el empleo”, señala.

De las personas que se incorporaron a un trabajo subordinado en los últimos dos años, el 57% lo hizo en una jornada laboral de 15 a 32 horas por semana, es decir, son empleos de medio tiempo.

“Lo que estamos viendo es que la gente tiene que salir a trabajar y lo está haciendo, pero en condiciones más precarias, más difíciles, trabajando menos de lo que quisiera, trabajando en empleos de menores salarios”, expone Carlos Ramírez.

Foto de «La Razón.