CONTAR

Por: Alberto Calderón P.

Hace unos días hacía un recuento del tiempo que faltaban para que llegara el mes de marzo, en un abrir y cerrar de ojos ya cumplimos casi los primeros 10 del mes, uno de los más abundantes en festejos de mi familia.

Como si todos se hubieran puesto de acuerdo para celebrar su nacimiento en este mes, mis dos nueras, mi esposa, mi suegra, mi madre, una de mis nietas, amén de otros familiares un poco más lejanos, amigos y conocidos. Cuando pensaba en la cronología de todo el mes, donde se reparten estos festejos, me vino a la mente la cuantificación, estamos tan acostumbrados a ponerle un número o nombre a cada acontecimiento y siempre se van agregando más. El día 1 se celebra erradicar la discriminación, y después el 8 es el día internacional de la mujer, de ahí se entretejen los primeros cumpleaños, seguidos por la expropiación petrolera, y bueno no debemos olvidar al día internacional de la felicidad, el 21º., vino al mundo el pastor de ovejas que se convirtió en presidente del país, coincidiendo con otro natalicio en mi familia. Así podríamos seguir haciendo la ubicación cronológica de los festejos. También contamos durante el día nuestras actividades, y las manecillas del reloj que dan vueltas, la pequeña tratando de alcanzar a la aguja más grande, no importando si es de día tarde o noche.

Si nos remontamos al pasado nos daremos cuenta que toda la vida es así, de hecho volviendo al pastoreo de animales domesticados, cuando se reprodujeron creció el rebaño y hubo la necesidad de contarlos, ese procedimiento se fue haciendo más complicado a medida que el volumen crecía, ahí viene la primera marca para valorar tantos animales, haciendo el equivalente con una marca, tantas marcas son la representación de x número de ganado, las marcas interminables fueron simplificadas, poniendo una transversal u otros signos para ejemplificar una determinada cantidad, esos signos a la postre se convirtieron en letras y después palabras. Bueno es lo que dice Peter Watson en Ideas. Historia intelectual de la humanidad, me vino a la mente lo que leí hace poco acerca de Aristófanes de Bizancio, este personaje poseía una extraordinaria memoria y siendo uno de los privilegiados que sabía leer y entender las variantes del griego antiguo, la escritura cuneiforme y quizá otras variantes, dedicó su vida al conocimiento de lo que otros escribieron sobre diversos tópicos del ser humano y clasificó con paciencia los papiros de la biblioteca de Alejandría, le gustaba el silencio y la lectura, distinguía el plagio de obras, en realidad era como un inmenso coleccionista , se menciona que eran tan grandes e intrincados los anaqueles donde se guardaba el tesoro del saber, la clasificación de temas y su cantidad era conocida solo por Aristófanes y quizá Ptolomeo por las frecuentes visitas que realizaba, preguntando a su bibliotecario cuanto libros tenían, intentaba poseer todo el conocimiento del mundo. Después la biblioteca estuvo a cargo de un poeta llamado Calímaco esto en el siglo III A. de C., él fue quien utilizó una brújula para ubicarse dentro del enorme recinto. El primero en clasificar los libros poniendo una brevísima biografía a cada papiro, junto al nombre del autor, quienes eran sus padres y su fecha de nacimiento. Esto nos regresa a estos tiempos y principalmente al mes de marzo donde tengo que prepararme para la celebración de los cumpleaños de mis familiares, disfrutar la llegada de un año más de cada uno de los mencionados: comida, regalos, la alegría y convivencia familiar.

Xalapa2000@nullhotmail.com

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).