«Nuestra demografía nos acerca peligrosamente al punto en el que el mayor histórico se encuentra atravesando la edad laboral. Los países que logran incorporar a esa población en los mercados de trabajo con un gran capital humano (educación y salud) lograrán ser relativamente prósperos para beneficio colectivo. Solo elevadas tasas de crecimiento económico, en un esquema de mercado, permiten romper el círculo vicioso de la pobreza para construir círculos virtuosos de desarrollo», revela estudio». Lo escribe Luis Rubio.