Con la pandemia, más de 800,000 trabajadoras domésticas se quedaron sin empleo. Muchas mujeres se acercaron para buscar ayuda en CACEH, pero debido a la falta de recursos era imposible apoyar a todas, explicó Marcelina Bautista.
Flanqueada por funcionarios y funcionarias, Marcelina Bautista, dirigente del movimiento de las trabajadoras del hogar, le pidió a su audiencia cerrar los ojos e imaginar a las personas que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala como las más pobres del país.
“Sus rasgos son: ser mujer, tener origen indígena y vivir o haber nacido en zonas rurales. Ahora, abran los ojos. ¿Pensaron lo mismo que yo? Esos son los mismos rasgos presentes en la gran mayoría de las trabajadoras del hogar. De ese tamaño es la deuda histórica” con ellas.
Un adeudo que sigue teniéndolas en condiciones de pobreza, a pesar de que trabajan arduamente. Esa condición empeoró con la pandemia de covid-19, apuntó Marcelina Bautista Bautista, fundadora y directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH).
En 2020, ante el primer golpe de la pandemia en el país, esa organización, creada en el año 2000 “como un espacio autónomo e independiente, vio rebasadas sus posibilidades de atención. Más de 800,000 empleadas del hogar en todo el país dejaron de laborar, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para julio de ese año.
En el momento más crítico, en CACEH, una importante organización para las trabajadoras del hogar, pero con limitados recursos económicos, humanos y operativos, “llegamos a recibir a más de 2,000 trabajadoras que habían sido despedidas sin liquidación”, informó su directora.
Con muchas dificultades pudieron darle seguimiento a sus casos, pero sólo pudieron conseguir 600 seguros de desempleo que otorgó la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) de la Ciudad de México.
“Tuvimos que organizarnos mejor y pensar en nuevas alternativas para hacer viable del derecho al trabajo digno”, explicó la activista. De esa manera surgió la idea de fundar la Cooperativa para el Desarrollo Integral de las Trabajadoras del Hogar (Coodepth), la cual va acompañada de una campaña de recaudación de fondos en su primera etapa.
¿Cómo donar para Coodepth?
“La cooperativa mejorará las condiciones de trabajo y acompañará a la defensa de derechos humanos laborales a través de la profesionalización del trabajo en el hogar”, dijo Marcelina Bautista. Tendrá “una estrecha coordinación con Hogar Justo Hogar”, una organización patronal que promueve el cumplimiento de las obligaciones de empleadores y empleadoras.
La meta es que en poco tiempo pueda proveer servicios de calidad a las personas que los requieren y trabajo decente, en los términos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pero para echarla a andar necesitan reunir 80,000 pesos. Por ello, desde el 8 de marzo lanzaron la campaña de recaudación #MujeresSostenibles, la cual termina el próximo 31 de marzo. Las donaciones pueden ser desde 100 pesos y se pueden pagar por internet en Hipgive o en tiendas de conveniencia como Oxxo.
Los recursos recaudados los utilizarán para:
- Generar un fondo de emergencia para las trabajadoras despedidas de manera injustificada
- Cursos de capacitación y certificación para profesionalizar su trabajo en cuidado de infancias, personas adultas mayores, limpieza y administración de hogares
- Formalizar el trabajo del hogar con contratos por escrito, seguro social, entre otros derechos
La cooperativa inicia con 24 mujeres. Cada una aportó ya 1,000 pesos para los primeros gastos de la organización y la campaña. Lo recaudado también servirá para regresarles esa inversión.
Peligro de trata laboral
“Las mujeres trabajadoras del hogar unimos nuestras voces para exigir nuestros derechos laborales, para poner el tema en la agenda pública. A fuerza de insistir, hemos logrado cambios estructurales muy importantes que ahora son reconocidos en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y en el Convenio 189 de la OIT. Pronto la seguridad social será un derecho plenamente garantizado y será obligatorio para las personas empleadoras”, dijo Marcelina Bautista.
Pese a sus logros, persiste una “enorme desigualdad” que las pone en peligro de ser víctimas de trata de personas en su modalidad de explotación laboral, advirtió Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Dijo que en la capital del país han detectado “casos concretos de trabajadoras que no tienen acceso a salir de la casa donde están, salario ni prestaciones”.
Si la mayoría de las trabajadoras del hogar no tiene garantizados sus derechos laborales, su educación y capacitación, seguridad social y libertad “algo está pendiente en todo el esfuerzo que se dice que se está haciendo” de las autoridades, indicó. A la presentación asistieron representantes de la STyFE.