¡Ucrania, resiste!
Agustín Basilio de la vega
Prácticamente han pasado 70 días desde que Putin invadió Ucrania. La “Operación Militar Especial” no ha conseguido doblegar a los ucranianos quienes han defendido su país heroicamente, lo que sí ha logrado es que la mayoría de los países democráticos condenen esta agresión.
Esta guerra ha desencadenado ayudas del mundo libre a Ucrania que, con fundamento en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, Capítulo VII, se defiende: En caso de amenazas a la paz o actos de agresión “Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales”
La guerra provocada por el “Zar de Rusia” como se le conoce al presidente de la Federación Rusa, también ha provocado que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (0TAN) cobre importancia, ya que esta organización –surgida el 4 de abril de 1949– para constituirse en una organización de defensa colectiva podría integrar a Suecia y Finlandia que han permanecido neutrales por muchas décadas. Ambos países nórdicos están siendo “empujados” por Putin para ingresar a este bloque, pues sus ciudadanos se ven amenazados y apoyan a sus respectivas primeras ministras Magdalena Andersson y Sanna Marin, quienes han anunciado los estudios para su posible integración.
La ventaja de pertenecer a la OTAN se puede resumir en lo que establece el artículo 5 de ese sistema defensivo pues la razón de su existencia es la “defensa colectiva”. Este es el fundamento del tratado y hoy sigue siendo un “principio único y duradero que une a sus miembros, comprometiéndolos a protegerse unos a otros y estableciendo un espíritu de solidaridad dentro de la Alianza”.
A partir del colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en los años noventa, muchos países y repúblicas que pertenecían al Pacto de Varsovia se independizaron de Moscú y solicitaron su ingreso a la OTAN: Hungría, Polonia, República Checa, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Croacia, Albania, Montenegro y Macedonia del Norte. Hoy, Georgia y Bosnia-Herzegovina son aspirantes oficiales.
Ucrania, al igual que los anteriores países citados, en el 2008 inició su proceso de adhesión a la OTAN y presentó en Bruselas su solicitud de ingreso a la alianza misma que debe ser respaldada mediante un referéndum popular que aún no se ha realizado. No estar en la OTAN fue determinante para que Putin la ha haya invadido. Ante la amenaza expansionista de esta potencia militar en manos de un dictador, es explicable que más países europeos se interesen en pertenecer a la OTAN.
Al momento de escribir estas líneas, Ucrania ha podido enfrentar al ejercito de Putin. Los cientos de tanques y material militar ruso destruido es el resultado de la mala planeación, de los efectos de la corrupción y de la baja moral rusa. Los éxitos de Ucrania, en cambio, se deben a su ejército es experimentado, a la inteligencia y tecnología occidental pero, sobre todo, a que su causa es justa ya que se arraiga en la defensa de sus familias y territorio. Putin ya perdió la guerra y entre más tiempo dure será peor para su pueblo y el mundo.
Twitter @basiliodelavega