La subgobernadora del Banco de México, Irene Espinosa, pidió incremento de 75 puntos base. Riesgo de contaminación de expectativas de mediano y largo plazo y formación de precios, elevaron pronósticos de inflación para 2023.
El Banco de México aumentó la tasa de interés en medio punto porcentual para dejarla en 7%, al reconocer mayores presiones para las inflaciones general y subyacente.
La decisión fue tomada por mayoría donde uno de los cinco miembros, Irene Espinosa, votó a favor de un incremento de 75 puntos base.
Con la decisión tomada, el banco central hiló cuatro aumentos consecutivos de 50 puntos base; anotó una tercera alza de medio punto bajo el liderazgo de la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, y completó ocho incrementos subsecuentes del rédito desde junio de 2021.
En el comunicado advirtieron que “ante un panorama más complejo para la inflación y sus expectativas se considerará actuar con mayor contundencia para lograr el objetivo de inflación”.
De acuerdo con la economista para México de BNP Paribás, Pamela Díaz Loubet, el lenguaje del comunicado y el citado forward guidance (guía de acciones futuras), es un giro en la estrategia de política monetaria que pone por delante a la inflación y anticipa una posición más hawkish /restrictiva contra la inflación.
En el mismo comunicado la Junta de Gobierno identificó cinco riesgos al alza para su pronóstico de inflación se incrementó y queda para el cierre de este año, en 7.1%, una expectativa terminal de año que esta arriba del 6.4 % que tenía Banxico en marzo.
Los citados riesgos son: persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados (acumuló 17 meses al alza en abril); presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; mayores presiones por el conflicto geopolítico en los precios agropecuarios (alcanzaron variación anual de 14.36% en abril) y energéticos (5.91 por ciento).
Completan el radar de riesgos para la inflación la depreciación cambiaria y presiones de costos no especificados.
Atentos a la Fed
Según lo descrito, consideraron también los mayores retos ante el endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre, las mayores presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico y el resurgimiento de casos de Covid-19 en China y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación.
Con esta decisión, la tasa de fondeo interbancaria queda en niveles no vistos desde agosto de 2017, cuando la inflación enfrentaba la presión alcista generada por el retiro del estímulo a la gasolina, periodo que se conoció como “el gasolinazo”.
Inflación arriba
En el comunicado de la decisión, la Junta de Gobierno incrementó sus pronósticos de inflación para este año y dejaron sin cambio los esperados para 2023.
Así, anticipan que para el segundo trimestre de 2022, la inflación se ubicará en 7.6% que es superior al 6.9% estimado en marzo. Para el tercer cuarto, proyectan una variación de 7% anual que supera casi un punto el estimado de marzo (6.1%) y para el último cuarto del año, prevén que la inflación quedará en 6.4% que está más de un punto arriba de su proyección previa (5.5 por ciento).
Según la experta de BNP, estas previsión apuntan a un promedio de cierre de 7.1% en la inflación.
kg
Foto de Hugo Salazar.