Dante deshoja la margarita
La clave es convencer a Dante Delgado de que se sume a la oposición, pero el político veracruzano tiene una visión diferente.
EL RETO DE la oposición es encontrar un balance entre la visión de largo plazo de Movimiento Ciudadano (MC) y la necesidad del PRI, PAN y PRD de fortalecer una candidatura ganadora de cara a las elecciones de 2024.
Los comicios de junio para renovar seis gubernaturas serán cruciales para allanar el camino hacia una megaalianza. No hay vuelta de hoja: para que la oposición le gane a Morena y sus partidos satélites debe sumarse.
El cabildeo ya inició y está a todo lo que da. El presidente Andrés Manuel López Obrador deberá definir a su candidato hacia septiembre de 2023 y la oposición tendrá que tenerlo a más tardar en julio de ese año.
La alianza Va Por México, integrada por organizaciones de la sociedad civil que empujan Claudio X. González, Gustavo de Hoyos, Demetrio Sodi, Beatriz Pagés y Luis Asali, inició ya ese lobbing.
A la coalición se sumaron también representantes de cámaras y asociaciones empresariales, hombres de negocios, instituciones académicas y obviamente las dirigencias del PRI, PAN y PRD.
La clave es convencer a Dante Delgado de que se sume, pero el político veracruzano tiene una visión diferente: está empeñado en construir un partido para el largo plazo, no para el 2024.
Sin embargo, también está consciente que el país y sus instituciones no aguantarían otros seis años con un presidente emanado de Morena, de ahí que valore los incentivos que Va Por México le ponga en la mesa.
El principal es que sea MC quien designe al candidato presidencial por encima de los deseos e intereses del PRI, PAN y PRD. Tendrá que ser un político profesional, experimentado y con presencia nacional.
Dante está consciente que a sus máximos valores, Enrique Alfaro, Samuel García, Pablo Lemus y Luis Donaldo Colosio Riojas, no les alcanza para abanderar una causa como la que se está construyendo.
Sólo hay dos personajes por los cuales pudiera decantarse el fundador de MC y dar trámite a una integración a Va Por México: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, y se sabe que ya lo está valorando.
El problema es que conforme a los cálculos de los promotores de esa plataforma electoral el canciller y el líder de los senadores morenistas tendrían que deslindarse de López Obrador y de la 4T este año.
La oposición tampoco está dispuesta, así nada más, a quedarse con las manos vacías. Si acepta ceder a Dante Delgado que lleve mano en la designación del candidato, su candidato, aquéllos quieren posiciones.
Por eso el segundo componente de la megaalianza que se está cocinando es dar el primer paso hacia la conformación de un gobierno de coalición, el primer gobierno de coalición, que ya lo prevé la Constitución.
Lo importante es que los partidos pueden hacer ese acuerdo a priori de las elecciones federales de junio de 2024, lo que le genera al PRI, PAN, PRD y MC los incentivos políticos para coaligarse en alianza.
Un gobierno de coalición permite pactar el ejercicio del poder más allá del cargo de presidente, tomando en cuenta los votos que cada partido aporte y repartirse las carteras de gobierno conforme a su vocación política.
La hoja de ruta no es nada sencilla, es muy retadora, pero ya está en marcha para ponerlo en la mesa. Va a depender de los liderazgos partidistas y su voluntad para sumar el que esta empresa política se haga realidad.
El objetivo es sacar a Morena de Palacio Nacional. Los resultados de las elecciones del mes entrante no son, ni cercanamente, determinantes para lo que pueda suceder o suceda en la carrera del 2024.
TRAS EL REVÉS jurídico que le propinó la semana pasada el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna en el caso de los abogados Juan Araujo Rivapalacio, César González, Isaac Pérez y el asesor financiero David Gómez Arnau, el que puso sus barbas a remojar es el abogado Ángel Junquera. Junto con Juan Collado fueron los únicos que hasta ahora aceptaron la oferta de Alejandro Gertz Manero de testificar contra los litigantes que, presumen, mantienen vínculos de negocios con el exconsejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra. Junquera Sepúlveda también ya testificó y denunció bajo el mismo esquema de Collado, sólo que en los casos de Interjet y Cruz Azul, esperando un criterio de oportunidad que para como se decantó en el caso de Collado, se ve cuesta arriba que obtenga también.
¿QUÉ MINISTRO DE la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación le comprará el argumento al abogado Javier Quijano, ahora que Santander confirmó que ya recurrieron a esa instancia para revertir la sentencia de la Séptima Sala Unitaria Civil del Tribunal Superior de Justicia del estado de Nuevo León, que condena al banco de Ana Botín a pagar cerca de 800 millones de dólares a las herederas del fundador de Grupo Alfa, Roberto Garza Sada? ¿Será la presidenta de la sala, Margarita Ríos-Farjat, también de Monterrey? ¿O Norma Piña, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena o Jorge Mario Pardo? ¿O de plano ninguno, por no haber lugar a la atracción?