La decisión de culpabilidad se da justo cuando cumple tres años de haber sido arrestado en Los Ángeles.
Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, se declaró culpable de al menos tres cargos de abuso sexual a menores de edad, informó este viernes el fiscal general de California, Rob Bonta.
De acuerdo con un abogado cercano al caso, con esto se evitaría llegar a un juicio público donde se testificaría en su contra y se presentarían evidencias, además, habría en una reducción en la condena de una posible prisión de por vida a solo 16 años con 8 meses.
Acusado de 23 cargos, Naasón Joaquín García, fue detenido en junio de 2019 en el aeropuerto LAX, de Los Ángeles, California, junto a Susana Medina Oaxaca, una de sus coacusadas. Por separado, fue detenida Alondra Ocampo, una segunda coacusada, y Azalea Rangel, una tercer coacusada, esposa de un asesor del senador mexicano, Israel Zamora, se encuentra prófuga de la justicia.
La fiscalía californiana, encabezada en 2019 por Xavier Becerra, actual secretario de Salud de Estados Unidos, acusó al líder de la Iglesia de la Luz del Mundo, basada en Guadalajara, México, de distintos delitos relacionados con abuso de menores, violación y extorsión. Incluso el Buró Federal de Investigaciones, FBI, se unió a la investigación.
Desde entonces, Joaquín está en prisión preventiva, y aunque su defensa logró que en 2020 la acusación fuera desestimada por fallas en el proceso cometidas por la fiscalía, inmediatamente después se volvió a presentar otra acusación.
El llamado “Apóstol de Jesucristo” fue acusado de 23 cargos relacionados con abuso de menores, tráfico de menores, producción, distribución y posesión de pornografía infantil, violación y extorsión. Durante la etapa de investigación y preparación del caso, la defensa de Joaquín presentó varias mociones para que el caso fuera desestimado, argumentó que la fiscalía y las víctimas que fueron identificadas, montaron una trama para inculpar a líder religioso, quien desde el inicio se declaró no culpable de todos los cargos e incluso aseguraron que se manipuló evidencia. Sin embargo, sus mociones y apelaciones fueron todas rechazadas, siendo la última ante la Corte Suprema de Justicia de California.
El inicio del juicio estaba previsto para el 6 de junio, cuando se seleccionaría al jurado, y el 13 de junio comenzarían las declaraciones de apertura.
MILENIO pudo confirmar que la primera persona en testificar sería Alondra Ocampo, coacusada con Naasón Joaquín García, y quien decidió convertirse en testigo colaborador tras un acuerdo con las autoridades. Ella era una “groomer” o preparadora de niñas, y hoy se identifica como una víctima del “Apóstol de Jesucristo.”
Un abogado relacionado con el caso confirmó a MILENIO que la defensa de Naasón Joaquín García se reunió con fiscales de California para lograr un acuerdo de culpabilidad con el que evitaría el juicio donde se mostraría la evidencia que hay en contra del “Apóstol”, tampoco testificarían las víctimas, ni Alondra Ocampo. Además, Naasón Joaquín enfrentaría una condena de 16 años con ocho meses, en contraste a la potencial prisión de por vida que la propia defensa del líder de la iglesia preveía en caso de un veredicto en su contra. No está claro si se negocia también una reparación del daño por parte de Joaquín.
Durante las investigaciones, se encontraron varias evidencias inculpatorias de Joaquín, por ejemplo, discusiones desde 2008, entre Naasón y sus conspiradoras sobre el acercamiento de menores de edad para ponerlas a disposición del “Apóstol”, así como pláticas sobre el uso de “ruffys” para drogarlas. También se encontraron imágenes pornográficas en los dispositivos decomisados a Joaquín, con las que agentes identificaron en ese momento a un joven de 14 años.
En total, cinco víctimas del “apóstol” fueron identificadas: tres menores de edad, que formaban parte de un grupo de niñas de unos 15 años que estaban al servicio de Naasón Joaquín y dos adultas, una de ellas que incluso logró identificar a las tres menores.
Fuentes cercanas al caso comentaron que las abogadas de las víctimas no están de acuerdo con la negociación que se llevó a cabo, pues consideran que la condena es demasiado baja.