1) «Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo..Y por las calles voy sin nutrirme, callado.. No me sostiene el pan, el alba me desquicia.. Busco el sonido líquido de tus pies en el día… Estoy hambriento de tu risa resbalada.. De tus manos color de furioso granero.. Tengo hambre de la pálida piedra de las uñas.. Quiero comer tu piel como una intacta almendra… Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura.. La nariz soberana en tu arrogante rostro.. Quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas… Y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo.. Buscándote, buscando tu corazón caliente.. Como un puma en la soledad de Quitatrúe».
2) «Amo el trozo de tierra que tú eres.. Porque de las praderas planetarias.. Otra estrella no tengo. Tú repites.. La multiplicación del universo… Tus anchos ojos son la luz que tengo.. De las constelaciones derrotadas.. Tu piel palpita como los caminos.. Que recorre en la lluvia el meteoro.. De tanta luna fueron para mí tus caderas.. De todo el sol tu boca profunda y su delicia.. De tanta luz ardiente como miel en la sombra… Tu corazón quemado por largos rayos rojos.. Y así recorro el fuego de tu forma besándote.. Pequeña y planetaria, paloma y geografía».