A dos meses y 10 días de que asumió la dirigencia del Partido Acción Nacional en Veracruz, el líder estatal, Federico Salomón Molina, asegura está ocupado en consolidar al PAN como la segunda fuerza política en Veracruz. Primero, reconoce, hay que poner la casa en orden, “tapar todas las goteras del techo”.
El político veracruzano, ligado al grupo de Enrique Cambranis Torres, conversó con E-Consulta Veracruz sobre los retos de la nueva dirigencia que tiene un año y medio como plazo fatal para reinventarse, generar confianza entre militantes y electores, y así postular los mejores cuadros a la gubernatura, diputaciones locales, federales y senaduría.
La principal meta para todo partido político, confiesa, es la Gubernatura. Valora que Acción Nacional tiene buenos cuadros, no obstante, contempla impulsar candidaturas ciudadanas.
Confiado en la fuerza del instituto político, dice que regresarán a gobernar Veracruz. Necesitan hacer alianzas, principalmente con la ciudadanía, para que alguna o algún panista se instale en las oficinas de Palacio de Gobierno, tal como ocurrió en 2016, cuando el malestar contra Javier Duarte, dio el triunfo a Miguel Ángel Yunes Linares, tres veces candidato a gobernador del PAN (2006-2010-2016).
“Tenemos ocho millones de veracruzanos, cinco en la lista nominal; cuando hay elecciones participan dos millones y medio de votantes, hay cinco millones que no participa, entonces necesitamos buscar a esa gente dolida, molesta, inconforme para que logre salir a votar y, con su voto, nos dé su consentimiento (para gobernar)”.
Su aspecto es sobrio; su oficina es austera o apenas removió los muebles de su antecesor, Joaquín Guzmán Avilés. Solo hay dos banderas -una de Acción Nacional y otra de México-, así como su mochila negra y tres muebles al interior de la sede de la Presidencia del PAN en Veracruz. Ahí, Federico Salomón se dice dispuesto a platicar de los retos que asumió, luego de rendir protesta como líder estatal.
Queremos ser una herramienta útil para los veracruzanos, dijo.
El pasado 04 de mayo, magistrados federales, última instancia en una cadena de impugnación, determinaron que era válido el triunfo de Federico Salomón Molina como líder del PAN; luego de que magistrados locales habían anulado la votación por el proceso de sustitución de candidatos.