TIERRA DE BABEL

Jorge Arturo Rodríguez

 

¿De qué hablamos cuando hablamos…?

 

Aperitivo: Los médicos estamos acostumbrados a recibir llamadas a cualquier hora. Una noche, un hombre al que conocía llamó y me despertó.

-Lamento molestarlo a estas horas –dijo-, pero creo que mi esposa tiene apendicitis.

Todavía medio dormido, le recordé que le había extirpado el apéndice inflamado a su esposa un par de años atrás.

-¿Ha escuchado de alguien que tenga un segundo apéndice? -pregunté.

-Tal vez no haya usted escuchado nunca de un caso de segundo apéndice -respondió-, pero seguramente si habrá oído hablar de casos de una segunda esposa.

 

Nos saturan o nos suturan con tanta información, cierta o falsa da igual; pareciera que la intención es, malévola o no, que pensemos y sintamos como si no pasara nada alarmante; así es la vida. Vaya usted a saber. Me descuelgo, cual mono –nada de viruela- para andar en las calles y me doy cuenta, ente muchas otras cosas, que con más empleo o no, proliferan el llamado empleo informal, el ambulantaje, los limosneros –con o sin garrotes-, las desigualdades. ¿Es un cáncer… social? ¿O es que no hemos podido solucionarlo, aunque México sea rico en todos los ámbitos? Creo que nos han chingado o nos importa un bledo y continuamos chingándonos mutuamente, ahora más calladitos porque así nos vemos mejor.

Hace muchos años, Herbert Spencer escribió: “Si los hombres emplean su libertad de tal manera que renuncian a ésta, ¿puede considerárseles por ello menos esclavos? Si el pueblo elige por un plebiscito a un déspota para gobernarlo, ¿sigue siendo libre por el hecho de que el despotismo ha sido su propia obra?” ¡Madres!

Hablando de empleos, el escritor italiano Pitigrilli mencionó que los funcionarios son los empleados que el ciudadano paga para ser la víctima de su insolente vejación. ¿A poco? Y Simón Bolívar asestó: “Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos.” ¿Es posible esto?

Toda proporción guardada, estoy con Ronald Reagan: “Recesión es cuando tu vecino se queda sin empleo; depresión es cuando lo pierdes tú.” ¡Aguas! Tons, mejor:

 

“En una agencia de empleo:
-Hola, ¿tiene algún trabajo para mí?
-Mmm, puede ser, ¿le interesa de jardinero?
-¿Dejar dinero? ¡Pero si yo busco que me lo den!”

 

Los días y los temas

 

Me entero que en el Museo de las Constituciones (MuCo) de la Ciudad de México, está la exposición temporal (del 20 de agosto al 18 de diciembre de 2022) Mafalda: Miradas a “lo femenino”. Espero visitarla. Mientras, dice mi inolvidable Mafalda (ah, mi querido Quino, siempre vivo):

 

*Mamá, ¿vos qué futuro le ves a ese movimiento por la liberación de la mujer…? No, nada, déjalo.

*Claro… Lo malo es que la mujer en vez de jugar un papel, ha jugado un trapo en la historia de la humanidad.

*Mejor vayan a echar un vistazo, y si hay libertad, justicia y esas cosas, me despiertan, sea el mundo de número que sea, ¿estamos?

*La capacidad para triunfar o fracasar en la vida ¿es hereditaria?

*Me pregunto por qué una mujer no puede ser presidente de la Nación, por ejemplo

Mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?

 

De cinismo y anexas

 

Bien, bien, bien. Ahí les van unas de las tantas frases de María Félix. Digo, son sus palabras…

 

*En un mundo de hombres como este, quiero avisarles que tengan cuidado, ahí viene la revancha de las mujeres, cuando seamos mayoría vamos a mandar y para mandar hay que estar informadas y aprender y estar preparadas.

*Hay maridos que utilizan la violencia física con sus esposas. Yo hago un voto: que la justicia sea más severa para estos verdugos domésticos.

*No le tengo miedo ni a las canas ni a las arrugas, sino a la falta de interés por la vida. No le tengo miedo a que me caigan encima los años, sino a caerme yo misma.

*Protesten, quéjense, no se dejen, prepárense, hagan de su vida lo que ustedes desean y no lo que sus hombres les permitan ser. Amen y háganse amar. No se conformen con poco. Este será de hoy en adelante un país de mujeres. Ahora nos toca.

*El dinero no es la felicidad, pero siempre es mejor llorar en un Ferrari.

*A un hombre hay que llorarle tres días… Y al cuarto, te pones tacones y ropa nueva.

*Nunca he querido a nadie como me quiero yo a mí misma, entonces nadie ha podido hacerme sufrir.

*Yo nunca he criticado a las lesbianas ni a los gays. Lo que hacen las gentes de la cintura para abajo son sus historias, no las mías.

*Me parece ridículo tener que hablar de los maridos que yo tuve. A ustedes les interesa saber, pero a mí no me interesa contar.

*Mujeres como yo hay muchas, pero están escondidas.

*Se fatiga uno de encontrarse siempre a los mismos hombres, las mismas frases y se termina por no querer conocer ni a uno más.

*Hasta la mujer más enamorada se cansa de dar todo por un hombre que no le da nada.

*Mis besos no los compras con un anillo. Yo los doy cuando me nacen.

*Yo puedo tener mis veleidades y mis caprichos sin afectar a nadie. Pero las veleidades de un señor presidente pueden arruinar un país.

*Si no te quiere como tú quieres, pues que le vaya bien.

*Si agacho la cabeza frente a ti, es porque es más interesante ver el suelo.

*Un hombre siempre he tenido cerca… uno o dos. ¿Y cuál es el defecto de andar con tres o cuatro?

*¿Pelear por un hombre? ¿Para qué? ¡Hay tantos!

 

         Quien tenga oídos… Ahí se ven.