Espacio 13
¡¡ Toros y Zarza… !!
*Charla con Rafael Flores Cid, “Corín” el de la zarzaparrilla en Teocelo
*Su papá y sus tíos viajaban a caballo a la ciudad de México a las corridas de toros
*Para los españoles un pasatiempo, para los indígenas los corrían y enlazaban…
“Existen políticos en la banca que huyen hacia adelante”
Alfonso Mora Chama
Un vaso con deliciosa zarza fría, fue con el saludo de la casa, invitados así de improviso por el amigo de muchos años, el famoso “Corín”, cuando Agustín García Ruiz y un servidor regresábamos del sepelio del papá de “Sam”, maestro y futbolista chininero de años atrás, en el populoso barrio de El Calvario, mi barrio de la infancia junto al añorado jardín de flores diversas de doña Amparito Soto, de la panadería de don Gilberto Salazar y el barrio de la vieja sinfonola de don Macario Hernández, aquel señor que de manera misteriosa se instaló con una tienda de abarrotes bien surtida, se decía proveniente de las montañas de Naolinco, más allá llegando a Chiconquiaco…
Barrio de las tías, Tina y Josefita y su modesto beneficio de café, en donde la despulpadora nos esperaba todas las noches por estas fechas, en la cosecha después de la pesada del café cereza en la romana y transportado en costales en las mulas del “Rápido”, papá de Remy Peralta… ahí vivimos hasta los once años, donde ahora vive el señor Cuevas y parte de lo que ahora es Coppel…
Todo esto lo recordamos con Rafael Flores Cid, el “Corín”. Vino a su mente los relatos familiares, desde luego de su papá, don Manuel Flores, el que nació en la agonía del poder de don Porfirio Díaz, en 1910, en Teocelo y, aprendió a leer y a escribir gracias al apoyo del querido español don Gildardo Muñoz, el dueño de la Papelería El Fénix en la ciudad de Xalapa… don Gildardo vivió en Teocelo en donde ahora se localiza la Casa de la Cultura… “mi papá y sus amigos, el doctor Sánchez, don Daniel Flores, mi tío, se iban a la ciudad de México a caballo, para estar en las corridas de toros… me comentaba mi papá don Manuel Flores que sí sabia de toros, no como otros que inventan historias y leyendas de la tauromaquia, y también porque le contaba don Gildardo Muñoz, que la primera plaza de toros en este país fue la de San Pablo, reconstruida allá por 1821, y después demolida por órdenes del presidente don Benito Juárez, quien decretó la prohibición de las corridas de toros en 1867… seguía el relato del “Corín”:
Nuestras familias conocían de toros y de vacas, aquí en Teocelo existió una plaza de toros, en donde ahora se encuentra el jardín de niños Enrique C. Rébsamen, en la céntrica calle de Belisario Domínguez, y Manuel Flores aprendió mucho de don Gildardo Muñoz, incluso fue su empleado en contaduría al llevarle los negocios y así también, con la elaboración de vinos, del pomelo y la zarza parrilla, crece en las barrancas en el clima cálido en febrero, marzo y abril, es una raíz curativa, para problemas de la piel y para el riñón, un refresco natural ahora muy solicitado en el estado de Veracruz… y Zarzaparrilla Flores, la mejor de la zona y de la entidad, dice el “Corín”. Es una bebida artesanal y medicinal.
Gracias a este producto que se lleva a muchos lugares de Estados Unidos de Norteamérica, es un alivio en la economía de muchas familias de Teocelo. Presumimos que nuestra familia Flores, fue la primera en Veracruz en producirla, con don Daniel Flores y don Manuel Flores, de las generaciones de familia, ramas de hijos, hermanos, sobrinos, en su mayoría la elaboran en Teocelo.
Una charla que incluía las corridas de toros cuando don Gildardo Muñoz, conversaba con don Manuel Flores y se ilustraba ese momento de los viejos años con historia de corridas que se instituyeron en México en agosto de 1529 en honor a San Hipólito, y fue se siete toros, y se sabe que mientras los conquistadores lo tomaban como pasatiempo, los indígenas que ya sabían de toros, los enlazaban desde sus caballos y los corrian…
Una interesante plática que finalizamos con el “Corín”, el tema del primo de Hernán Cortes, Juan Gutiérrez Altamirano, con sus vacas y toros de Navarra y de ahí el germen de la ganadería mexicana…y en Atenco, una de las haciendas del primo de Hernán Cortés, tenia ganado criollo salvaje y lo cruzaron con ganado de Navarra, pero existe otra versión que señala que el Marqués de Saltillo, don Rafael Rueda Quintanilla, fue quien inicio la historia del toro bravo de este país.