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E-Consulta Veracruz

Lucía recibe con comida a peregrinos de diversos lugares que llegan a la Basílica Menor por los festejos guadalupanos.

Lucía Romero Landa es una ferviente creyente de la Virgen María, que este lunes cumplirá 491 años de su aparición en el cerro de Tepeyac, en la Ciudad de México. Ella apoya en la Iglesia de El Dique, preparando alimentos que dan a los peregrinos que llegan cada 12 de diciembre para celebrar a la Virgen Morena.

Desde hace década y media, participa en la organización y atención a los feligreses que año con año visitan el barrio de El Dique, en Xalapa, donde se ubica la Basílica Menor de la Señora de Guadalupe, lugar en el que los creyentes acuden a agradecer el apoyo y protección de María Madre.

 

Lucía, como decenas de personas de la congregación católica, apoyan en la semana de celebración por la aparición de la Virgen y durante las tradicionales “mañanitas”. Su función es preparar los alimentos que ofrecen a las personas que llegan en peregrinación a la iglesia.

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“A mí me gusta mucho la cocina, me gusta atender a la gente, entonces, trabajo fue venir el primer año, porque de ahí me gustó, y ya me quedé aquí”, platica.

El barrio El Dique es uno de los más populares, representativos y antiguos de Xalapa, cercano al corredor turístico de Los Lagos y la zona universitaria, durante el mes de diciembre recibe a cientos de visitantes que acuden a la iglesia

 

Lucía cuenta que este 2022 abrieron la cocina el lunes 5 de diciembre y el comedor estará funcionando hasta el martes 13 de este mismo mes. Durante los ocho días estará a cargo de la preparación de los alimentos..

Para contar con los productos básicos para la preparación de la comida, un mes antes, el párroco de la iglesia, César Romero Galán, pide a los asistentes a misa que donen despensa, desde frijol, arroz, azúcar, café, entre otros productos, “la gente responde y sí traen”.

 

Con productos básicos, mujeres y hombres se organizan para preparar diferentes platillos. Cada día elaboran desayuno, antes de la nueve de la mañana; la comida, debe estar lista pasado el mediodía; y la cena, se empieza a preparar desde las seis de la tarde y en ocasiones se sirve pasada la medianoche.

Cada día, cuenta Lucía, preparan de comer para la gente que viaja de otras entidades, y también se alimenta a personal de Protección Civil, policías estatales y municipales, así como los que apoyan en la logística de la iglesia, ya sea repartiendo gel y cubrebocas, ordenando la colocación de las coronas de flores o, quienes dirigen el tráfico vehicular en las inmediaciones.

 

El menú de la cocina de este viernes 9 de diciembre fue: frijoles refritos, huevo con salsa, sopa de pasta, arroz, calabazas a la mexicana, y para la cena papas con rajas. Lo que no debe faltar son ollas de café o agua de sabor, las bebidas que más piden los comensales.

Desde el lunes 5 de diciembre se abrió el comedor. El espacio es rústico, se encuentra a medio construir, le falta afinar todos los detalles en las barras, la estufa y lava traste; sin embargo, una decena de hombres y mujeres se organizan para atender a los visitantes.

El espacio que se ubica a la entrada de la Basílica solo opera en diciembre, y este 2022 ya recibió a guadalupanos de Tabasco y Chiapas que, como parte de su fe, decidieron viajar más de 650 kilómetros, por manda o en agradecimiento a los favores recibidos por la Virgen Morena.

“Estamos desde el lunes, llegaron peregrinaciones desde Tabasco y Chiapas. Llegan en la noche, se quedan, y se van por la mañana. Se les prepara de comer. Esto tiene muchos años, yo tengo 15 años aquí, y antes ya se daba de comer”, platica.

La encargada de la cocina explica que en promedio la apoyan entre cinco y seis personas, que además de participar en la elaboración del desayuno, la comida y la cena, reparte los alimentos a los comensales, que se cuentan por decenas, “ahorita estamos esperando a gente de Tlalnelhuayocan, son 200 personas”.

Antes de participar en la elaboración de la comida, se integró al coro de la iglesia, fue así como se enteró que cada año se organizaban para dar comida a los visitantes a El Dique. Lucía, vive en la colonia Emiliano Zapata, que cuenta con su propio templo, sin embargo, ella prefiere participar en las misas en la Basílica de Guadalupe.

Durante todo el año atiende su casa, apoya en el cuidado de sus nietos y asiste a misa cada domingo. En diciembre, se ocupa -al menos por una semana- en la atención de los guadalupanos que siempre, en agradecimiento, les dejan bendiciones.

Destaca que la gente se mueve por la fe a la Virgen María y muchos de los que visitan Xalapa, solo hacen una pequeña escala, pues su meta final es llegar hasta la Basílica del Tepeyac en la Ciudad de México.

“Nuestra Madre es la que los motiva, ellos van a México, pero antes pasan aquí. Algunos nos dejan regalos, estampillas o imágenes de la virgen, otros más, nos dejan bendiciones y su cariño”.

Su estancia en la cocina puede variar desde 15 a 17 horas, la mayor parte del tiempo se la pasa de pie, pues cuando ven que queda poca comida para ofrecer a los visitantes, deben preparar una nueva cazuela. La idea del comedor para los católicos, cuenta, tiene muchos años, “Fue el padre Gilberto, que murió en la pandemia, el que inició con este proyecto, él nos motivó”.