La palabra del año 2022 a nivel global fue “Permacrisis”
Un profeta no es alguien con especial visiones, simplemente alguien ciego a la mayor parte de lo que ven los demás.
Nassim Nicholas Taleb
En esta exhibición por las diversas situaciones que, en el mercado de la política doméstica, así como la situación regional, y principalmente en los conflictos bélicos de euroasía, hemos pasado de largo el reporte anual de The Economist y el Foro de Davos Suiza.
Eventos que no han sido tan replicado por los medios de comunicación. al tiempo de que los éxitos sensacionalistas, como el de Shakira o los particulares de cada país han eclipsado las redes, de tal suerte, que a las personas pueden no parecerles de alcances tan relevantes.
Cabe destacar, que no extraña que sea así, toda vez que la palabra del año 2022 es Permacrisis, y que de acuerdo con el diccionario Collins se define como un largo periodo de inestabilidad e inseguridad fruto de eventos catastróficos.
Por ello, quienes nos ocupamos de investigar y ejercer opinión de frontera, no solo para la vida privada, si no también profesional, nos llama la atención una serie de condicionantes que se han ido presentando, y que desde ahora se proyectan a seguir legitimando la llamada “Permacrisis”.
En un primer momento, todos hemos visto- y más que visto-, digo, sentido el aumento de los precios, principalmente en la canasta básica, fenómeno que se está dando a escala global, con diversas implicaciones, ya que, en los países con mayor poder adquisitivo, vuelven a la inflación un indicador inferior, es decir, no representa mucho de su ingreso, como si sucede en los países donde el grueso de su población cuenta con poca elasticidad para adquirir bienes y servicios, como consecuencia de su bajo poder adquisitivo.
Al respecto, sobre la tendencia mundial para 2023, la prestigiada revista The Economist desde hace décadas realiza proyecciones cada año respecto a cómo le irá a la economía mundial en ese periodo, cabe destacar, que en más del 80% sus predicciones terminan siendo acertadas.
Lo que resulta intimidante, es que en esta edición la revista presenta la siguiente sentencia: “Si 2022 fue un año duro para la economía global, el 2023 amenaza con ser aún peor, con una recesión al acecho”, expresión que no se debe tomar a la ligera y esparcir estrategias financieras preventivas en el manejo privado de la economía.
Derivado del reporte de la revista, se resumen en las siguientes aseveraciones:
1.- Recesión inminente: Se prevé que 2023 sea el tercer peor año para el crecimiento económico, después de la crisis financiera de 2009 y el confinamiento de 2020, que virtualmente paralizó la economía.
2.- Inflación persistente: Los aumentos de precios serán más moderados en 2023, debido a un debilitamiento de la demanda, el descenso de los precios de la energía y los costos de transporte. Sin embargo, la inflación se mantendrá por encima de los objetivos de los bancos centrales, lo que provocará nuevas subidas de las tasas de interés.
3.- Inflación persistente: Los aumentos de precios serán más moderados en 2023, debido a un debilitamiento de la demanda, el descenso de los precios de la energía y los costos de transporte. Sin embargo, la inflación se mantendrá por encima de los objetivos de los bancos centrales, lo que provocará nuevas subidas de las tasas de interés.
4.-Tensiones geopolíticas: Por otra parte, la batalla por la supremacía tecnológica entre Estados Unidos y China podría intensificarse en 2023. «Un conflicto comercial se ha transformado ahora en un esfuerzo por establecer los estándares aplicables a largo plazo en campos de gran importancia como el 5G, la inteligencia artificial y los chips” reporta la Deutsche Welle.
Sumado a ello, hace apenas unos días el Banco Mundial reportó, que la economía del mundo va a crecer 6%, lo que sería el crecimiento más bajo desde de la Segunda Guerra Mundial-excluyendo la crisis de 2008-, esto implica la posibilidad de una reventona financiera ya que, ante tasas de interés altas, algún país emergente no aguantará.
En resumen, la palabra “galardonada” parece definir acertadamente el escenario actual por la alta incertidumbre en la que vivimos, y que ha aumentado la frecuencia de fenómenos adversos que afectan significativamente a la ciudadanía, lo que genera en términos personales elementos de ansiedad para la población, pero bueno, en mi próxima entrega seguimos platicando al respecto.
*Los comentarios vertidos en el presente escrito son a título personal con fines de difusión académica.