Juan Salas, aprovechó su día de descanso para viajar desde Tierra Blanca al puerto de Veracruz y acompañar a su hijo Brandon en el festival que se celebró para conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
Con tan solo 8 años de edad, el niño fue diagnosticado, hace 12 meses, con un tipo de cáncer que el hombre de oficio carnicero no sabe cómo explicar.
«Es un cáncer que se reproduce en las células», dice al tratar de encontrar las palabras exactas sobre el padecimiento de su hijo.
Su esposa María Verónica Herrera lo acompañó en el viaje. Durante la mañana de este miércoles, la familia disfrutó de los juegos, los regalos y las sorpresas que se dieron en el Parque Ecológico de la avenida 20 de Noviembre.
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Brandon es hijo único, dice su papá. Al infante se le ve feliz mientras sostiene una bolsa con dulces y viste un traje al estilo de la película «Top Gun», con una boina cubre su cabeza rapada.
Para Juan y María no fue fácil asimilar la noticia. Hace un año cambió les cambió la vida.
«Muy mal, muy triste y una noticia muy dura pero seguimos luchando», asegura Juan.
¿Que cómo notaron que algo no andaba bien? Cuando una herida en el brazo de Brandon tardó en sanar, luego vinieron las fiebres y la piel se le puso blanca.
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«Se le hizo una herida en su brazo y ahí comenzamos a notar que no se le curaba y luego le dio una fiebre, se le puso la piel blanca con fiebre ni muy alta ni muy baja y ya que lo traemos al hospital y aqui se lo diagnosticaron».
AMANC los apoya
Ante la dificultad económica que implica el traer al niño desde Tierra Blanca, donde viven, al Hospital Infantil del puerto de Veracruz para que reciba su quimioterapia, la familia se acercó a la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC).
Las organización sin fines de lucro te tendió la mano y cada semana los apoya con dinero en efectivo para la compra de los boletos de pasaje.
«Hasta ahora el tratamiento le está favoreciendo bien, va saliendo bien, bastante bien», asegura Juan al referirse al estado de salud de su pequeño hijo.
A pesar de que el pronóstico médico es alentador, la familia sabe que al cáncer infantil no hay que subestimarlo, así que cada semana María acompaña a Brandon al nosocomio para que no pierda ni un solo día su tratamiento.
«Ya no hay marcha atrás en esta enfermedad, pero la esperanza nunca se pierde, esa siempre va a estar», dice el papá del niño.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, el mensaje de Juan para los padres que atraviesan por las mismas circunstancias es que no se den por vencidos y que nunca bajen la guardia.
«Que no se den por vencidos y darle ánimo a su hijo, que sigan adelante y que no se desanimen, que le echen ganas».
