Alrededor de las 18:40, el cuerpo del histrión recibió una ovación que se prolongó unos 10 minutos, hasta que el cortejo pudo ingresar al recinto entre el tumulto del público que durante siete décadas siguió su carrera.
Así comenzó el emotivo homenaje durante el cual se recordó el talento, la fructífera trayectoria y sobre todo la generosidad de López Tarso. En el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes se colocó una monumental fotografía del sonriente rostro del actor, varias coronas con flores blancas y a un costado cuatro fotografías más pequeñas, seleccionadas por la familia.
Personalidades del ámbito artístico, cultural e institucional, así como familiares estuvieron presentes en el interior del recinto durante homenaje, mientras el público en una interminable fila demostraron su cariño persignándose frente al ataúd o depositando toda clase de flores: claveles, rosas, gardenias mientras avanzaban solemnes y tristes.
En primera fila estuvieron los familiares del actor, entre ellos su hijo Ignacio López Aranda, acompañado por las autoridades culturales y amigos del gremio como Sarvador Garcini, Sergio Corona, César Costa, Leticia Perdigón y Luisa Huertas, entre otros que ofrecieron unas palabras de despedida a su colega.
Al concluir el homenaje en el Palacio de Bellas Artes, a las 8 de la noche, con el mariachi tocó el Son de la Negra y de nuevo el público se volcó en aplausos. En la explanada del recinto se escucharon gritos de ¡Viva Marcario!, mientras el el tráfico en Eje Central se detuvo por unos minutos para dejar pasar la carroza fúnebre.
El homenaje de cuerpo presente continuará este lunes en el Teatro San Jerónimo a partir de las 11 de la mañana y hasta las 15 horas.