«En los primeros años de los sesentas, en el histórico taller de grabado de Guillermo Silva Santamaría, en lo que hoy es una majestuosa biblioteca, y en esa época era un nidero de actividades artísticas y culturales: «La Ciudadela», estuvieron juntos Leticia Tarragó y Fernando Vilchis, como parte de una generación deslumbrante de artistas. Que sí pensaban casarse no lo decían y ni siquiera se agarraban de las manos. Luego vino para Fernando, Polonia, una beca de un año para estudiar artes gráficas. Y allá fue la luna de miel con Leticia. A su regreso, dejaron una huella perdurable en todas las ediciones de la Universidad Veracruzana, no sólo con portadas: carteles, diagramación completa de libros y publicaciones, ilustraciones y viñetas. La influencia de ellos se perpetúa en generaciones completas dentro de la Universidad Veracruzana». Lo escribió don Emilio Carballido en la edición «Expresión Plástica. 35 artistas», del IVEC, en 1995. Foto de archivo,