La calle de la Amargura (hoy Revolución) debe su nombre a que en esta arteria vivía una joven enamorada, cuyo novio correspondía a los amorosos sentimientos. Una mañana, el joven llegó muy angustiado a la casa de su novia, y le comunicó que tenía que incorporarse  a la filas de la revolución, pero nunca regresó y la joven quedó triste y amargada. Y envejeció prematuramente. Lo publican en la Página «Xalapa Antiguo, análisis y opinión» que dirige Jorge Díaz Bartolomé.