En un duelo que se definió hasta la última jugada, Japón consiguió su pase a la final tras vencer 6-5 a México, sin embargo, el encuentro estuvo marcado por jugadas que pusieron al borde del asiento a cada uno de los aficionados que vieron la segunda semifinal del Clásico Mundial.

México comenzaba a sumar en confianza con Patrick Sandoval en la lomita, dejando en cero a cada uno de los peloteros nipones ante el fervor de los mexicanos en el LoanDepot Park.

Entrados en la Cuarta Entrada, Luis Urías haría que más de 120 millones de mexicanos ‘explotaran’ de emoción con un jonrón que significaba la primer ventaja (3-0) y derrocar al serpentinero nipón, Sasaki, quien es considerado uno de los mejores pitchers en el mundo.

Si México no hubiera sido remontado, el MVP del encuentro hubiera sido -sin lugar a dudas- Randy Arozarena, quien consiguió dos ponches decisivos para que México se mantuviera soñando con el pase a la final del Clásico Mundial.

Randy Arozarena no se dio por bien servido y volvió a ponerse la capa de héroe:

La primer oportunidad para brillar por parte de los nipones se dio desde el bat de Masataka Toshida, quien obtuvo un jonrón que empataba el marcador al término de la ‘fatídica’ Séptima Entrada.

México no perdería el tiempo y Alex Verdugo sería el encargado de hacer que Randy Arozarena hiciera sonar la caja registradora para retomar la ventaja; momentos después, Isaac Paredes conseguiría la quinta y última carrera del encuentro -y del torneo- para la novena mexicana.

El serpentinero Gerardo Reyes sería el encargado de cerrar la eliminatoria desde el montículo, y fue el que generaba esperanza en la Octava Entrada luego de conseguir el chocolate que saboreaba todo México, sin embargo, no terminaría siendo suficiente.