Agrupados en la Alianza de Países de América Latina y el Caribe contra la Inflación, y convocados por el presidente Andrés Manuel López Obrador “para encontrar soluciones conjuntas frente a las presiones de precios y la carestía presentes en la región, así como para fortalecer la integración y el comercio regional”, los mandatarios difundieron el acuerdo en el que se aclara que para dichas medidas se tomará en consideración la realidad de cada nación, la normativa internacional y los tratados comerciales que cada uno tenga vigentes.
Participaron en el encuentro, además del presidente López Obrador, la presidenta de Honduras, y los presidentes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Venezuela y San Vicente y las Granadinas, éste último en su calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En el diagnóstico realizado en la cumbre se considera que “el abastecimiento a escala mundial de alimentos y productos de la canasta básica, incluyendo granos y energéticos, está siendo afectado negativamente como consecuencia de un contexto internacional adverso de los efectos de la crisis multidimensional que afecta la economía global marcado por conflictos militares extrarregionales, una lenta recuperación de las operaciones en las cadenas de producción y distribución de bienes, productos y servicios tras la pandemia por Covid-19”.
A la vez, apunta que hay “una abultada deuda externa que afecta especialmente a los países de bajos y medianos ingresos, y al impacto negativo que fenómenos climáticos tienen en las cosechas y actividades agropecuarias, situaciones de emergencia sanitaria y fitosanitarias en la región, así como la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional que afectan a algunos países”.
De acuerdo con la declaración presidencial conjunta emitida por la alianza, los Jefes de Estado avalaron crear un Grupo de Trabajo Técnico con representantes de cada gobierno para definir las medidas de cooperación regional que establecerá un «plazo razonable” y un plan para la adopción de medidas que faciliten el comercio para hacer frente a los altos precios de productos de consumo básico.
Contempla “coordinar esfuerzos con productores, compradores, transportistas y operadores logísticos del sector privado y otros actores económicos para dar seguimiento a los acuerdos de esta Cumbre y sus resultados”.
Entre los productos básicos e insumos que se contempla, también se busca convenios para facilitar el comercio de fertilizantes químicos y orgánicos, acorde a los pactos multilaterales, regionales, subregionales y bilaterales que obligan a cada país, con la intención de contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, que incluya la transferencia de tecnología y cooperación.
También se busca con ello mejorar la eficiencia del ingreso y salida de productos por puertos y fronteras, y el intercambio de insumos intermedios, maquinaria y tecnología en beneficio de la productividad agrícola.
Para ello, el Grupo de Trabajo Técnico hará un análisis de viabilidad para el desarrollo de un marco de armonización de regulaciones y certificaciones sanitarias y fitosanitarias, “impulsar medidas tendientes a la facilitación del acceso al crédito a nivel internacional, y a aumentar el financiamiento multilateral de proyectos agrícolas, agroindustriales y de infraestructura para el transporte de mercancías”.
Asimismo, prevén invitar a otros países de la región para que se sumen a esta iniciativa.
Por parte de Venezuela, quien participó fue la vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, y por Colombia fue Germán Umaña Mendoza, ministro de Comercio, Industria y Turismo.