Carlos II fue coronado Rey en la Abadía de Westminter en una ceremonia solemne que duró cerca de una hora. El arzobispo de Canterbury, Justin Walby, colocó la corona de San Eduardo sobre la cabeza del Rey, ante unos 2 mil 300 invitados, entre ellos un centenar de jefes de estado extranjeros. su esposa Camila también fue coronada inmediatamente después de un modo similar, pero más sencillo. El Rey presentó el solemne juramento de fomentar un entorno en el que todas las creencias y credos puedan vivir libremente, tras colocar la mano sobre la Biblia y besar el libro sagrado. Carlos III destacó su amor por la ecología. La nota es del Portal de «Reforma». Foto de BBC.