El Mallorca ya es virtualmente equipo de Primera División tras derrotar 1-0 al Cádiz con un gol de Pablo Maffeo en Son Moix y sumar 44 puntos que le permitirán afrontar con tranquilidad las cuatro jornadas finales, todo ello, a costa de un equipo cadista que queda a expensas de lo que hagan en sus rivales directos para no caer a la zona de descenso.
Javier Aguirre entrenador de los bermellones había declarado que 42 puntos le daban «tranquilidad» para la fase decisiva el campeonato.
Su equipo ha superado esa cifra y lo celebró con su afición en el centro del campo, como si de un título se tratase, lo que será la tercera temporada consecutiva en la máxima categoría del fútbol español.
El Mallorca tiene despejado el horizonte en el tramo final. No así el Cádiz, que se mete en un lío con tres equipos de la zona baja que le pisan los talones: Getafe, Valencia y Valladolid.
Los dos equipos afrontaron el choque con muchas novedades en sus filas. Aguirre situó al centrocampista ghanés Idrissu Baba en el centro de la zaga por las bajas de los defensas Antonio Raillo, Giovanni González, Matija Nastasic y Ludwig Agustinsson, lesionados.
González, por su parte, también movió el banquillo tras el 5-1 ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano y recuperó al central Luis Hernández, baja por sanción la pasada jornada.
El conjunto cadista fue superior en los primeros minutos, aunque no llegó con peligro hasta la portería del meta serbio Predrag Rajkovic. Sí lo hizo el Mallorca en la primera ocasión que tuvo: Pablo Maffeo remachó de cabeza un balón que venía rebotado del larguero tras la intervención del portero argentino Conan Ledesma a un cabezazo de Baba.
Los bermellones decidieron a partir de ese momento, con ventaja en el marcador, cederle el dominio al equipo amarillo. El objetivo era aprovechar los contragolpes ante un rival obligado a buscar la igualada, pero no fue eso lo que ocurrió.
El Mallorca siguió a la defensiva, aunque no encontró vías para darle balones a Vedat Muriqi. En el inicio de la segunda parte, el Cádiz creó las mejores ocasiones arriesgando lo justo ante un rival decidido a defender el gol de Maffeo.
Aguirre decidió dar entrada a Antonio Sánchez y Dani Rodríguez, que entraron al campo por Jaume Costa y Amath Ndiayé: Sánchez se situó a la derecha de la defensa y Maffeo pasó a la izquierda.
González, por su parte, respondió con un triple cambio con el objetivo de reforzar su ataque: Negredo, Bongonda y Alcaraz sustituyeron a Guardiola, Alejo y San Emeterio.
El rumbo de las acciones no variaba: los bermellones defendían en su campo sin perder de vista un contragolpe que sentenciara el choque; el conjunto gaditano tenía el balón pero no hallaba espacios en la defensa rival.
La jugada más peligrosa de los visitantes, un balón que el meta Rajkovic envió al larguero, fue anulada por fuera de juego de Negredo.
La última bala del técnico Sergio González en el tramo final fue el hondureño nacionalizado español Choco Lozano, que lo intentó, pero como sus compañeros, sin éxito. El Mallorca pudo sentenciar con un cabezazo de Muriqi que se fue desviado por muy poco; el Cádiz también la tuvo en un tramo final agónico.
El partido finalizó con un gol anulado a Kang In Lee por fuera de juego cuando el meta Conan Ledesma había abandonado su portería para rematar un córner en el área mallorquinista.
Información de EFE/Foto: EFE