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Milenio Digital

Café MILENIO.

La política sonorense detalla su propuesta de gobierno que resume en «derecha moderna», con una visión más europea que latinoamericana y con un punto central.

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La senadora panista Lilly Téllez quiere ser Presidenta de la República y ofrece un gobierno, sí, de derecha, pero «diferente» a lo ya conocido: ni como el de Vicente Fox ni como el de Felipe Calderón.

En charla con Elisa Alanís, Óscar Cedillo, Víctor Hugo Michel, Alejandro Domínguez, Salvador Frausto, y Carlos Zúñiga en Café MILENIO, la política sonorense detalla su propuesta de gobierno que resume en «derecha moderna», con una visión más europea que latinoamericana y con un punto central: terminar con la «híper presidencia» que considera se vive en México.

Foto: Jorge González
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«Lo que quiero llegar a hacer es blindar al país de cualquier tipo de populismo, yo voy por algo nuevo, por un nuevo rumbo», explica durante durante el programa transmitido anoche en MILENIO Televisión.

La senadora, cuyo escaño ganó por Morena, también plantea que lo mejor es tener a un civil al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero antes de las propuestas, primero viene el proceso interno de la alianza Va por México, al cual se refiere igual que a su probable candidatura y a las corcholatas de la autodenominada cuarta transformación.

Lilly Téllez, de oficio periodista, no deja pasar el tema del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, dice, la convenció hasta la cuarta ocasión que le planteó ser candidata al Senado en la elección de 2018 y para la de 2024, asegura, puede ganarle.

Elisa Alanís (EA): ¿En qué momento se rompe esa relación entre Andrés Manuel y tú?

– La primera vez que hablé en tribuna fue contra el gobierno estando en la bancada de Morena porque cuando llegaron al poder lo primero que hicieron fue quitar los servicios médicos de las familias de las víctimas de la guardería ABC y yo estaba muy impresionada porque con esa bandera habían lucrado políticamente muchos años y así se dieron una serie de cuestiones en las que le decía a la bancada: “oye, esto no se ofreció, es más es contrario de lo que ofrecimos en campaña, me consta porque hice campaña”; y la gota que derramó mi vaso fue cuando el Presidente saludó a la mamá de El Chapo Guzmán.

Viéndolo en retrospectiva, te parece un error haber creído en ellos?

– Claro que me parece un error haber creído en el Presidente, no me va a alcanzar la vida para arrepentirme por haberle creído. Había una campaña dentro de la campaña para presentar a López Obrador como un político que ya se había mesurado, como un hombre que ya no era el que había dicho que iba a mandar al diablo a las instituciones, de hecho él en la campaña se reía, hacía bromas, tenía otro talante porque estaba en un papel que tenía que ganarse a las clases medias que le habíamos tenido miedo durante muchos años. Esa fue una careta que se quitó después pero yo creí en ese, fue una estrategia muy bien hecha, tan fue así que llegó a la Presidencia en esta tercera ocasión.

Alejandro Domínguez (AD): Desde Morena le han dicho que usted le debería agradecer estar donde está a López Obrador, ¿así lo considera?

– Ellos lo ven así porque ellos no son nadie sin López Obrador, yo no estaba buscando chamba, yo tenía un buen trabajo, a mí él me invitó, él estuvo intentando convencerme hasta que lo logró, yo no lo vi nunca como un jefe político, yo iba al Senado y creo en la autonomía y en la necesidad de que los tres poderes sean diferentes, por eso se los he dicho a los de Morena: son serviles, no entienden su papel en el Senado porque sólo son office boys, dijo.