Volodimir Zelenski critica la falta de “señales claras” y advierte que esta incertidumbre sólo impulsa a Rusia, un Estado terrorista; alianza insiste en esperar por la adhesión, pues siguen en esa ruta; Francia y Alemania comprometen el envío de misiles y sistemas Patriot
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La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó que la invitación directa a Ucrania a sus filas sólo se dará hasta el fin de la guerra, pese a las demandas del presidente Volodimir Zelenski.
Mientras el líder defensor aún no se unía al evento principal de la cumbre en Lituania y pidió al menos un plazo, el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg, dijo que los Estados miembro coincidieron en que Kiev debe esperar a ciertas “condiciones”, al insistir que este paso se dará, pero no arrastrarán a más naciones a un conflicto con Rusia, régimen que amagó con usar bombas de racimo si dotan de éstas a esa nación.
Ni las presiones fueron suficiente para cambiar la postura de quienes ofrecen paquetes de ayuda, pues dicho sector —con presencia en cuatro fronteras europeas de Moscú— recalcó que deben esperar para garantizar la solicitud que hizo Zelenski después de ser invadido por las tropas de Vladimir Putin.
De inmediato, el defensor recriminó lo “absurdo y sin precedentes” de esta posición al recordar que se discutiera el tema sin la presencia de su país.
En un evento público en Vilna y pese a las pocas probabilidades de sumarse, cuestionó las medidas a “cumplir” para que los integrantes lo apoyen, mientras en su territorio diario mueren miles, pues aseveró que el esfuerzo de sus soldados y civiles evidencia que merecen ser parte de este grupo en un ganar-ganar, pues “la OTAN le daría seguridad a Ucrania y Ucrania fortalecerá a la OTAN”.
Además criticó la falta de “señales” hacia la incorporación, pues ni siquiera se definió un cronograma para el proceso —del que está más cerca Suecia ante la falta de decisión de Hungría—. En tanto, el organismo apuntó que hay “un camino claro”, pues finalmente las negociaciones lo harán miembro; sin embargo, podrían pasar hasta meses.
Por ello, el mandatario puso en duda la voluntad de Occidente para responder a la resistencia de su pueblo, al dejar en incertidumbre a quienes mantienen viva la bandera amarilla y azul frente a nuevos golpes del invasor como casi 50 ataques aéreos con drones e intensos combates en Liman, Avdivka y Marinka.
Y recalcó que en este caso la incertidumbre refleja debilidad.
Pues advirtió que esa negativa sólo fortalece al rival, pues “para Rusia significa una motivación para continuar su terrorismo”, luego de múltiples crímenes de guerra, al dejar pasar la oportunidad de demostrar que no le temen al Krem-lin, pues integrar a Kiev a la OTAN implicaría que ésta lo defienda de la agresión rusa.
A cambio de la adhesión, los gobiernos aliados ofrecieron “un paquete fuerte para Ucrania” como misiles y respaldo para la reconstrucción, así como garantías como reducir requisitos de adhesión, al eliminar la presentación del llamado Plan de Acción de Membresía.
Pero la falta de fechas es lo que incierta a Ucrania, que aún tiene otra oportunidad de forzar cambios, al verse respaldado por gobiernos como Polonia y Canadá. Y hoy sostendrá encuentros bilaterales para ensalzar que “nuestra defensa es una prioridad máxima”, según adelantaron medios locales.
En este respaldo, la alianza indicó que no desprotegerá al territorio invadido al respaldar la transición a estándares comunes, mejorar su defensa y cubrir necesidades de suministros como combustible e insumos médicos.
Asimismo, varias naciones adelantaron más envíos militares y ampliar el entrenamiento a pilotos prometido desde mayo, luego de que el ejército ruso insistiera que responderá a la amenaza si usan municiones de racimo, mismas que ofreció Estados Unidos a Kiev.
El primero en comprometer armamento fue el mandatario francés, Emmanuel Macron, quien puso sobre la mesa la entrega de misiles SCALP, con alcance de hasta 250 kilómetros para aumentar el golpe contra el invasor, pues tienen el triple de capacidad en comparación con los dotados en el pasado, proyecto al que se sumó Gran Bretaña al prometer proyectiles similares.
Por separado, Alemania se dijo lista para enviar sistemas Patriot y más de 20 tanques Leopard y artillería como parte de un paquete de 770 millones de dólares. Mientras que Noruega reveló que aumentará la ayuda enviada.
En tanto, un grupo de 11 naciones ratificó su participación en la coalición creada desde mayo pasado para capacitar a pilotos en la operación de cazas F-16 que ese gobierno solicitó hace meses.
Hecho ante el que el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksi Reznikov, reconoció el liderazgo de Dinamarca y Países Bajos como zonas clave para garantizar una mayor protección aérea, pues su territorio ya recibió de parte de Polonia y Eslovaquia aviones MiG-29.