El menú de la cena para convencer a Marcelo Ebrard fue: salmón con alcaparras y semilla de mostaza, puré de papa y cebolla caramelizada con vinagre balsámico.  Después de horas de plática y la posterior llamada con Claudia se brindó con champagne, pero no cualquier champagne. El sitio: un restaurante de lujo en la avenida Presidente Masaryk en Polanco. En la oscuridad de la noche se escuchaba la voz de Silvio Rodríguez: «me vienen a convidar a arrepentirme. Me vienen a convidar a que no pierda», escribió Miriam Gracia en «Grilla de Grillos».. Foto de «La Diva de los Tuxtlas» con dos de sus amigos.