La familia hizo una parada para conocer el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, a su gente.
HEIDI CASTELLANOS.
“Queremos llegar a Ushuaia, que es el fin del mundo, es un lugar donde mucha gente aventurera como nosotros quiere llegar para tocar el bien llamado fin del mundo porque es la última parte del continente sur que toca el polo sur”, comentó Gustavo.
La idea surgió de Angélica, quien le comentó a su hija y a su novio sobre este viaje. Ambos accedieron. Ninguno es ciclista profesional, pero están contentos de haber aceptado.
Para Angélica, este viaje es retador, pero además, les está dejando mucho aprendizaje. Se muestra contenta de que su hija, de 12 años, sea parte de esta aventura.
“Yo sé que se va a perder un año y medio, bueno, dos ciclos escolares, sin embargo, espero que recabe muchas herramientas para la vida.
Gracias a la bicicleta hemos tenido la oportunidad de trabajar en un comedor comunitario en una catedral en Teotihuacán, aprendimos también sobre la conservación de las abejas en Puebla, pudimos liberar tortugas en Veracruz y ha sido un aprendizaje en muchos aspectos”, expresó
Abigail es la más pequeña de esta ruta de tres y es considerada la cicloviajera más joven de Mexico. Dice que la aventura no es fácil, pero está entusiasmada de conocer los cenotes de Yucatán y a los pingüinos. Pese a las adversidades, lo está disfrutando al máximo y se siente contenta de ser una de las más jóvenes en emprender este reto.
“El viaje hasta ahorita ha sido algo muy bonito, yo soy muy de playa, me encanta la playa y este viaje me lo ha concedido y viene lo mejor”, comentó. Hasta el fin del mundo
