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La Jornada

Foto: Víctor Camacho.

Acapulco, Gro. Poco a poco, comercios y hoteles de Acapulco comenzaron la limpieza dentro de sus instalaciones, tras los daños sufridos por el huracán Otis. Perfilan que desde la próxima semana iniciarán con las primeras acciones de reconstrucción, con el objetivo de reabrir antes de la temporada decembrina, en poco más de un mes.

La meta, en el caso del hotel Ritz, es reabrir el 15 de diciembre, explicó Luis Manuel Aguilar, gerente de bebidas y alimentos.

Para ello, ya buscan, fuera del puerto, los proveedores de ventanas y materias que requerirán, e iniciar las reparaciones de plafones y vidrios para lograr contar con 100 habitaciones listas para esa fecha, 40 por ciento del total, y operar en la próxima temporada vacacional.

Yeimi León, encargada de recursos humanos de esa empresa, afirmó que a los trabajadores les han dado permiso de llegar tarde y tomarse los días necesarios, porque no hay transporte y otros sufrieron pérdidas materiales en sus hogares. Aseveró que no han hecho recortes ni ajustes salariales en este sitio.

Por la mañana, afuera de los hoteles de la Costera Miguel Alemán, cientos de personas se encargaron de retirar montañas de escombros, palmeras y vidrios rotos, antes de que pasara maquinaria para retirarlas en camiones.

En esa zona se encuentra el restaurante donde labora Roberto, encargado de servir las bebidas, y quien ahora tiene asignado como trabajo el limpiar de tiempo completo lo antes posible el establecimiento. El dueño les informó que su meta es reabrir la segunda semana de diciembre, mientras tanto, recibirá solo una parte de su sueldo.

Les dijeron que no habrá recortes, y “van a pagar lo mismo pero cuando comience a funcionar”. Prevé que únicamente recibirán “una compensación o la mitad (de salario)”. Dijo que a pesar de ello “le conviene porque no hay opciones, no hay trabajo”.

A Sabina Rentería le pagan 200 pesos al día para atender un local de venta de artesanías, tamarindos, dulces y recuerdos como llaveros, ceniceros, encendedores o playeras alusivas, todo lo que el huracán no se llevó. Este viernes reabrió. Le pagan al final de cada jornada, por lo que no había tenido ingresos.

Sin turismo en la zona, sus pocos clientes son quienes vienen a dejar alguna ayuda, y aprovechan para llevarse algún souvenir.

Noé Zapoteco Valladolid está enfocado igualmente a estas tareas. Para llegar a su trabajo, lo hace generalmente en transporte público, pero ahora debe caminar más de hora y media para llegar. De momento no puede darse el “lujo” de pagar los altos costos de ese servicio porque su casa sufrió pérdida total.