«Dice la Biblia de Jerusalén que Israel fue el pueblo que Dios eligió, el pueblo hijo de Dios. Y según el salmo segundo, a ese pueblo elegido le otorgó el dominio del mundo. Pero el pueblo de Israel le daba muchos disgustos por ingrato y pecador. Y según las malas lenguas, Dios perdió la paciencia. Desde entonces, otros pueblos se han atribuido el regalo. En el año 1900., el senador de Estados Unidos, Albert Beveridge, expresó; «Dios todopoderoso nos ha señalado como su pueblo elegido para conducir de ahora en adelante, la regeneración del mundo». Lo escribió Eduardo Galeano en su libro «Espejos». Foto de «Beveridge & Diamonds».