El emperador Felipe II de España fue dueño y señor de medio mundo, desde América hasta las Islas Filipinas, que por él se llaman como se llaman. El emperador Chin, quien fue el fundador de China, y él vivieron para su muerte.. El monarca español dedicaba sus fines de semana a visitar el panteón de El Escorial, diseñado para su descanso eterno, y dormía sus mejores siesta en el ataúd, Así se iba acostumbrando.. El rey Felipe mandó celebrar 60 mil misas, en homenaje a su propia gloria, cuando partió del trono al sepulcro por última vez. Lo escribió Eduardo Galeano en su libro «Espejos» de Edit. Siglo XXI. Imagen de «Armada Invencible».