Ayer platicaba con un amigo que así como en la Cámaras legislativas, los gobiernos y las empresas sigue avanzando el empoderamiento de las mujeres, algo parecido sucede en los matrimonios, en donde las esposas cada vez quieren ejercer un mayor control de las decisiones que atañen a la vida conyugal diaria y a la relación con familiares y amigos. El me comentó que seguido la esposa le reclama cosas,  pero que siempre conserva la calma y le responde, calmado, «sí cariño».