Napoleón.

Agustín Basilio de la Vega.

Recientemente se estrenó la película de Ridley Scott sobre Napoleón Bonaparte. Entusiasmado por la trayectoria del director, quién realizó otras películas de mi agrado como “los Duelistas” (1977) y “Gladiador” (2000) acudí con mi familia y amigos a verla esperando una super producción. Durante los días que aguardé el estreno, me preguntaba ¿Por qué se filmó en Inglaterra y en Inglés? Y empecé a leer críticas inquietantes sobre la historicidad del filme.

Espero no hacer “spoiler” ya que las escenas de los avances de la película son del dominio público. Después de esta advertencia, mi primera sorpresa fue la omisión de todos los años de la infancia y juventud del corso que a los 9 años tuvo que ir a Francia a estudiar en una academia militar. La película inicia con escenas de la Revolución Francesa sin embargo no recuerdo haber leído que Napoleón haya presenciado la decapitación de María Antonieta durante el “Terror”.

La película repasa muy apretadamente algunos momentos de la historia y se centra en la relación con Josefina. La fotografía y la música hacen que las más de dos horas sean muy entretenidas pero las escenas militares me recordaron las películas de la segunda guerra mundial que vi hace más de 40 años y que estaban llenas de fantasía sin ningún apego a la realidad.

Veamos algunos ejemplos: en el sitio de Tolón las balas de los cañones estallan como si fueran municiones modernas; en aquellos años eran macizas y hacían estragos en las formaciones arrancando extremidades y matando soldados. En la batalla de las pirámides en Egipto, los artilleros franceses disparan contra sus puntas cosa que es absolutamente falsa e imposible.

Durante la recreación de Batalla de Austerlitz ¡Aparecen trincheras y cañones camuflajeados! en una época que se caracterizaba por la realización de maniobras mediante formaciones compactas en columnas o líneas de soldados. Los combates de las épocas napoleónicas eran tan crueles y sanguinarios como hoy y siempre, pero las tácticas usadas en campos de batallas abiertos son muy característicos; y se pueden apreciar muy bien en la película de Barry Lyndon dirigida por Stanley Kubrik (1975).

Pero el colmo fue la batalla de Waterloo en donde amanece nublado y lloviendo en el campo de batalla (llovió la noche anterior) y las secuenciase de combate están en completo desorden cronológico. Muy lejos de la gran película producida por Dino De Laurentis y dirigida por Serguéi Bondarchuk (1970) titulada Waterloo.

La película cuenta con buen trabajo en cuanto a la militaría pues salvo las banderas francesas que son actuales y no de la época (bastaría ir a Los inválidos o al museo Real de Bélgica para documentarse), los uniformes de los húsares, soldados de infantería y artilleros de las diversas nacionalidades son adecuados por su apego a la historia

El papel que representa Joaquin Phoenix  me pareció que no es el adecuado pues protagoniza a un vulgar personaje sin carisma, en cambio Vanessa Kirby es cautivante como quizás lo fue Josefina para Napoleón.

Queda a deber mucho esta película, pero nos recuerdan un par de lecciones: lo bello y bien hecho es una meta que requiere de talento pero también de investigación y paciencia y por el otro lado que el Homo Videns es manipulable por quienes escriben y filman sin el rigor de la objetividad y quizás motivados por hacer negocio o propaganda.

Esta película en mi opinión es de Ingleses, por ingleses y para ingleses. Si el director quiso interpretar la crítica británica en contra del “monstruo” y hacer una “caricatura” como la de aquellos años, lo logró. Me quedo con la serie franco-alemana creada por Didier Decoin y Max Gallo y dirigida por Yves Simoneau (2002) en la que actúan magistralmente: Christian Clavier, Gerard DepardIieu, Isabella Rossellini, John Malkovich, Alexandra Maria Lara, Heino Ferch y Claudio Amendola que trae a la memoria el primer libro que leí sobre Napoleón cuando era adolescente en la biblioteca de mi papá y escrita por Emil Ludwig en 1924.

X @basiliodelavega                         27 de Noviembre de 2023