La mentira.
Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
A todos alguna vez nos han dicho una mentira y seguramente también hemos estado tentados a hacerlo también. En esta ocasión hablaré solamente de la mentira donde participan por un lado el mentiroso y por el otro quien la recibe. El argumento principal hoy es la perspectiva y las variables implicadas, porque todos los seres humanos dependemos de esto. Empecemos por tener claro las acciones que también son mentir: engañar, ocultar, decir a medias, manipular, abusar, robar, quitar, fraude, farsa, corromper, prometer y no cumplir, incongruencia, impostor, etc. Los sentimientos de quien recibe la mentira cuando la descubre: ofensa, decepción, venganza, frustración, vergüenza, desconfianza, baja autoestima, inestabilidad, ansiedad, incertidumbre, apatía, rencor, odio, ira, etc. y los sentimientos de quien la recibe mientras no la descubre: ilusión, entusiasmo, amor, confianza, proyectos, triunfo, sueños, alegría, culpa, violencia, avaricia, soledad, carencia, etc.
Ojo no podemos olvidar que el mentiroso también emana sentimientos cuando dice la mentira y este es definitivamente: el MIEDO originado por un trauma, con diferentes variables, a perder, a ser juzgados, a no lograr, a cambiar, a comprometerse, a ser vulnerable, a los reclamos, a la burla, a poder salirse con la suya, etc.
Recordemos que un sentimiento= emoción+idea; es decir, la combinación entre la descarga química del instinto reptiliano que se generó a través de los sentidos de manera instantánea, inconsciente no racional (emoción) y lo que desencadena en nuestro cerebro tal descarga, relacionado con lo que tenemos almacenado, la experiencia y las decisiones (idea). Y por tal motivo, esta ecuación definitivamente es infinita.
Así como la mentira es infinitamente ambigua y lo ha sido a través toda la historia humana, es el origen de la imaginación que nos hace los únicos seres racionales del planeta y también de muchas de las decisiones que nos han llevado al caos y la devastación. Mentir es una decisión SIEMPRE.
La neurociencia tiene la respuesta
Resulta que nuestro cerebro no sabe distinguir entre la verdad y la mentira. Por favor no juzgues tan rápidamente esta condición humana porque también nos ha permitido sobrevivir:
• Para protegernos, el cerebro nos ayuda a evitar entrar en shock/pánico durante una emergencia repitiendo una y otra vez que todo estará bien.
• Para tener esperanza, podemos tomar las situaciones de la vida con menos estrés y más entusiasmo.
• Para dirigir un ejército o una nación, motivando a los demás a que hagan cosas que nunca harían por iniciativa propia.
El cerebro tiene esta condición con la intención de formar conexiones neuronales que nos hagan más aptos para superar las adversidades: se le llama neuroplasticidad, y es la capacidad de rediseñar nuestro algoritmo de decisiones con ideas que nos sean más efectivas, para que aprendamos algo nuevo y/o para que tengamos más creatividad incluso cuando a simple vista todo se vea perdido. Un ejemplo muy úitl es poner un lápiz en la boca para que haga el efecto de una sonrisa, el cerebro recibe que estamos felices aunque en realidad sea un «truco», ahí se activa la neuroplasticidad y disminuye el cortisol.
Por supuesto que está el otro lado de la moneda: cuando se requiere mentir para abusar ¿Cuál es el miedo aquí? los traumas no resueltos. Ya sea por ignorancia, por no confiar en sí mismos y/o para evitar el dolor, resulta más fácil ocultarlo que enfrentarlo.
Las personas siempre usan la mentira para «ganar algo» y al mismo tiempo evitar exponer su trauma origen.
¿Cómo puedes dejar de mentir?
• Comprendiendo la forma en que funciona nuestro cerebro en lo químico y físico para controlarnos ante el impulso.
• Aprendiendo que todos tenemos 24 fortalezas de carácter que podemos aplicar en el grado correcto ante cada situación que estamos enfrentando.
• Enfrentar y resolver cualquier variable de miedo desde el origen con la ayuda de un experto.
• Entendiendo que es un proceso no un milagro, tienes que hacer las 3 cosas.
Los mentirosos se autoconvencen de que les hacen un favor a los demás (por ilógico que pueda parecer), piensan que la mentira no debe ser castigada socialmente cuando la usan para dar felicidad y alegría (son fanáticos del control y de la manipulación)
La salud emocional es la causa, no el efecto.

¿Cómo sobreponerte a una mentira? Puedes empezar por lo siguiente:
• Comprendiendo que es la persona que miente tiene un miedo oculto y que eso no la justifica pero tampoco la crucifica (evita juzgarla).
• Invitando a las personas a que sean honestos, tomando en cuenta que es un proceso que requiere paciencia.
• Evitando la confrontación directa, porque eso le activa más la necesidad de seguir mintiendo.
• No caigas en el juego, no pagues con la misma moneda.
• Siendo un ejemplo de liderazgo positivo, para que vea los beneficios más que los castigos.
• Proponiendo acuerdos de honestidad.
Si la otra persona no deja de mentir, entonces es momento de tomar lo bueno que te aporta y dejar atrás lo que no. El cambio siempre está en nuestras manos, obligar al otro es un acto en vano. Haz todos los intentos que estén dentro de tu alcance, cambia el chip y ayuda a quien más lo necesita… te garantizo que te vas a sentir más satisfecho y en paz. Aprende de alguien que hace algo no correcto, entendiendo lo que está haciendo mal y haciendolo tú mejor. No caiga en el juego del mentiroso, si descubre una mentira lo más sano es confrontarla y si no hay rastro de rectificación, no es problema suyo, deje al mentiroso con sus mentiras, seguro encontrará a otro a quien por desgracia le hará daño con ellas y a su vez, seguirá con su transtorno hasta que entienda que deberá toda la vida tratarse.

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