Es 14 de julio de 1945. el presidente Truman acaba de anunciar, en un discurso público, el fin de la Segunda Guerra Mundial, tras la rendición de Japón. Entre la muchedumbre de Times Squire, un joven marineo, emocionado por la situación, agarró el brazo de una joven enfermera, que cerró los ojos y se dejó llevar. El plantó decidido sus labios sobre los de ella entre la muchedumbre. Alfred Eisenstaedt, un fotógrafo germano-americano, que trabajaba para la revista «Life», desenfundó su Leica y logró que ese instante quedara inmortalizado para la historia. Nadie conoció sus identidades. La información es de «La Voz de Galicia». Foto de «Reuters». El próximo 14 se conmemora el Día Internacional del Beso.