Nelly Toche.
Especialistas cuestionan que los aspirantes a la Presidencia no hayan construido, a un mes de la elección, una agenda transversal y a largo plazo; reclaman que no se puede discutir de espaldas a la ciencia y llaman a invertir más en investigación científica.
El segundo debate presidencial, celebrado el pasado domingo, fue el primero en la historia de México que incluyó la temática del cambio climático y el desarrollo sostenible. Aunque en varios puntos quedaron a deber, las candidatas a la Presidencia, Claudia Sheinbaum, de la coalición Seguimos Haciendo Historia; de Xóchitl Gálvez, de Fuerza y Corazón por México, y el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, tuvieron que hablar sobre una serie de asuntos pendientes y urgentes para el país en materia de medio ambiente.
El cuarto bloque del debate estuvo dedicado al cambio climático y desarrollo sustentable y, a propósito de ello, El Economista buscó a especialistas en la materia para analizar lo dicho por los candidatos y conocer sus propuestas.
Como dato antecedente, dentro del G20, México es el único país que no ha establecido un objetivo de emisiones cero; además, seguimos dependiendo del petróleo, el gas y el carbón, y, por último, está pendiente la aplicación de la Ley Nacional sobre Cambio Climático y Biodiversidad.
Para el maestro Hugo Santillán, especialista en ciencias ambientales por la Universidad de Glasgow y actualmente consultor independiente en temas de ciudades inteligentes, hoy México está rezagado en su misión de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 20-30; “para estas fechas deberíamos estar hablando de una reducción del 35% en emisiones de carbono” y no se percibe que las candidatas y el candidato hayan hecho algo por construir una agenda constante y a largo plazo”, señala.
Tener un plan para reducir las emisiones de carbono “debería ser el primer acercamiento coherente de cualquier candidato a la Presidencia”, y esto está en la agenda de la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México –dijo Santillán–; sin embargo, no nos han hablado de “los cómo”, cómo vamos a sacar adelante al país, cómo vamos a hacer que las diferentes regiones se mantengan con un desarrollo económico constante y sostenible”.
Santillán expone que el cambio climático debe tener un abordaje transversal, que incluya todos los aspectos relevantes de una nación, pues atraviesa la economía, la salud, la pobreza, la soberanía alimentaria, y la seguridad, entre muchos otros temas.
Sobre la electromovilidad, citada durante el debate, el especialista afirma que no podemos hablar de energías limpias si consideramos que entre el 60 y 80% de la generación eléctrica proviene de combustibles fósiles. “de esta manera no podemos decir que la electromovilidad es el punto sostenible de la agenda verde por parte de cualquier candidato, hasta que cambie nuestra forma de producir energía”.
En este tema, una de las posibilidades que debe permear, dice Santillán, es que en las 60 ciudades metropolitanas empecemos a exigir espacios donde nuestras actividades puedan estar a 20 minutos caminando, esto incentivaría comunidades más sanas, habilitando espacios y concentrando a la población en regiones. Además, dijo se requiere un diseñar planes para mitigar los gases de efecto invernadero (GEI), a partir de la reducción de movimiento; otro punto sería impulsar el transporte público masivo interconectando las ciudades y disminuyendo el uso de automóvil, causante del 60 y 70% de las emisiones de GEI en áreas metropolitanas. Por último, una campaña de reforestación masiva, que incluya parques urbanos, para recuperar espacios.
Candidatos hablan sin datos
Para el doctor en Ecología, Vicente Espinosa Hernández, profesor investigador titular del Colegio de Postgraduados, los candidatos no hablan con conciencia sobre la temperatura, la crisis del agua, cultivos, y temas de cambio climático. No se habla con datos, ni con una propuesta metodológica, tampoco nadie habla de un proyecto de educación y conciencia ambiental.
“Cuando se habla de cambio climático se habla de distintas variables como temperatura, precipitación, cuerpos de agua, degradación forestal, entre muchas otras variables. Para ello dijo, contamos con talento humano, todas para generar un proyecto de largo alcance, buscar metodologías y estrategias para contrarrestar el efecto del cambio climático”, dice Espinosa.
Un tema presente en el debate entre los aspirantes a la Presidencia fue respecto a alcanzar la soberanía energética, propuesta por Sheinbaum, “se dijo que toda la energía que produzcamos se debe consumir, esto es un acierto, es hablar de sostenibilidad, pero con los números que actualmente maneja Pemex o CFE, no tenemos una forma de sustentabilidad energética, incluso, por el contrario, en este gobierno hemos visto un ataque completo a las energías renovables, principalmente a las eólicas. Tampoco se habló de energía nuclear y esta debe ser vista como el futuro para la soberanía energética.
La ciencia en favor del medio ambiente
El doctor Espinosa Hernández refiere que a los políticos normalmente la parte ambiental “nunca les ha interesado, menos la ciencia y la tecnología”, y menciona como ejemplo el bajo porcentaje de inversión en la materia, “por eso no sorprende el nivel de debate.”
Asegura que México cuenta con el recurso humano e intelectual para proponer acciones pues “no están tocando el tema como se debería evaluar y analizar ¿Qué va a hacer este país megadiverso con tantos cambios que se están dando en temperatura y precipitaciones? Eso es hablar de cambio climático. Otra cosa son las energías, ¿cómo le van a hacer, por ejemplo, si no llueve? No vamos a poder producir energía; para las celdas solares necesitamos temperatura, ¿qué van a hacer en las distintas áreas agroclimáticas? No es lo mismo el norte del país que el centro, el ordenamiento territorial es importante”.
Acotó que cuando se habla de cambio climático se habla de distintas variables como temperatura, precipitación, cuerpos de agua, degradación forestal, cambio de uso de suelo agrícola a urbano, entre muchas otras.
En este sentido, asegura que en las propuestas no se ha presentado un modelo a seguir para evitar que se siga calentando la Tierra en lo que corresponda a nuestro país, y agrega que deberíamos también fortalecer a nuestras instituciones y utilizar por ejemplo a la Semarnat, la Conagua, el IMTA, entre otras, para aglutinarlas junto con el talento humano de las instituciones académicas y generar un proyecto de largo alcance, buscar metodologías o estrategias para contrarrestar el efecto del cambio climático.
Hoy, por ejemplo, también tenemos la inteligencia artificial que nos permitirá con información obtener respuestas para la mitigación con modelos de predicción, “acá es donde los candidatos deberían estar poniendo atención, a la técnica científica y tecnológica, pues contamos con el talento y la forma de lograrlo”, afirma el especialista.
Finalmente, los especialistas opinan que no se debe desdeñar el aporte de la ciencia en la toma de decisiones o en el diseño de políticas públicas sobre medio ambiente y cuestionaron el escaso destino de recursos a la investigación científica que ha caracterizado al gobierno de la 4T.
“Vendría bien una compilación de todas las ciencias, utilizar a la ciencia en favor de este tema y con voluntad política utilizar las diferentes herramientas. El tema del cambio climático no se puede discutir sin ver a la ciencia como una herramienta para su mitigación. tenemos un problema y tenemos que convocar e invertir más en la ciencia, usar la herramienta que ya se ha generado por muchos años, para aplicarla y empezar a resolver esos problemas que ya nos alcanzaron (…) Que se formen grupos, que se haga uso de las plataformas, para eso estamos las instituciones, que los políticos echen mano de este recurso”, concluye Espinosa.
Santillán encuentra interesante la propuesta de la candidata Xóchitl Gálvez, de crear una agencia especial de infraestructura, “eso puede ayudar para que realmente los proyectos y el talento humano no se vayan al extranjero. Esto también sería sustentabilidad”.
nelly.toche@nulleleconomista.mx
Foto de el Economista.