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Belén Saldívar

Aún enfrenta riesgos, como el cambio de gobierno que suele frenar la inversión pública; existe incertidumbre por reformas.

La economía mexicana lograría evitar una recesión este año, mientras que el enfriamiento mostrado en los primeros meses sería algo temporal, de acuerdo con la interpretación de analistas respecto al Sistema de Indicadores Cíclicos, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En abril, el indicador Coincidente –que refleja el estado general de la economía– mostró una disminución de 0.06 puntos mensuales, su novena caída al hilo, pero se mantuvo por arriba de su tendencia de largo plazo con un nivel de 100.1 puntos.

James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, explicó que este indicador está reflejando parte del enfriamiento observado en el primer tercio del año; sin embargo, que se mantenga por arriba de su tendencia de largo plazo puede dar una señal de que la desaceleración es momentánea.

“A través del Coincidente podemos ver un proceso de desaceleración de la economía mexicana pero, por su nivel y en conjunto con el Indicador Adelantado, parecería ser efímera o de corta duración”, agregó.

En tanto, para mayo el Indicador Adelantado –que busca exponer los puntos de giro del Coincidente– habría crecido 0.07 puntos mensuales, ubicándose también por arriba de su tendencia de largo plazo, con 100.7 puntos.

“La combinación del indicador coincidente por encima de la tendencia de largo plazo (brecha positiva) y el crecimiento del indicador adelantado durante siete meses consecutivos, señala que es probable que en los próximos meses el indicador coincidente evite caer en una brecha negativa. Por lo anterior, de acuerdo con la metodología de los indicadores coincidentes la economía mexicana, no cambiaría su fase del ciclo económico en los siguientes meses, es decir, evitaría caer en recesión”, indicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

Los riesgos para la economía
Para este año, el último del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé que la economía crezca alrededor de 3%, impulsada, principalmente, por el consumo interno; sin embargo, esta cifra se ha considerado como bastante optimista dado que las estimaciones de analistas e instituciones apuntan alrededor de 2 por ciento.

En este sentido, James Salazar indicó que si bien los Indicadores Cíclicos podrían descartar la recesión, la economía mexicana aún enfrenta riesgos, como el cambio de gobierno que, usualmente, frena la inversión pública en proyectos y, en general, el gasto.

Asimismo, mencionó la incertidumbre y nerviosismo entorno a las reformas que se buscan aprobar en la siguiente legislatura, sobre todo la que tiene que ver con el Poder Judicial, así como el Paquete Económico 2025 que, dependiendo lo planteado, podría afectar la calificación crediticia del país.

Para el siguiente año, una de las grandes incógnitas es cómo se llevará a cabo la consolidación fiscal dado que, para este 2024, se espera que el déficit incremente a 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB).

En este sentido, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, ha mencionado que se ha reunido con Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda que repetirá el cargo en su gobierno, para lograr bajar dicho déficit a 3.5% del PIB.

Puede haber contracción en algún punto
PIB crecerá 0.8% en el 2025: Banco Base
La economía mexicana registrará un crecimiento de 0.8% y no se descarta la posibilidad de una recesión, advirtió la directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller.

Son cuatro los factores que alimentan este escenario: la estrategia de consolidación fiscal que seguirá el nuevo gobierno para evitar recortes de calificación crediticia; la posibilidad de una contracción en la inversión fija, impactada por la alta base de comparación de este año; la cautela por las reformas constitucionales y la persistencia de la restricción monetaria ante una inflación que no cede.

Entrevistada por El Economista considera que el consumo es otro factor de riesgo, pues en los últimos tres años estuvo alentado por la llegada de remesas y el crédito. Pero las transferencias de dólares por parte de los trabajadores mexicanos han comenzado a mostrar signos de moderación y las tasas altas están impactando en la cartera vencida.

Sostuvo que un crecimiento de 0.8% como el que anticipan para el PIB del 2025, incorpora la posibilidad de una contracción en algún trimestre del próximo año y abre la puerta a que México pueda presentar una recesión el próximo año.

El nearshoring puede hacer un contrapeso para el deterioro del ambiente que espera para el 2025.

Matizó que no se está aprovechando esta oportunidad que ofrece el giro en el comercio mundial, pues no se está haciendo promoción internacional para que vengan a México.

Resaltó que tampoco se está modernizando la infraestructura carretera, ni se está mejorando la red de distribución de agua y energía eléctrica, ni se está otorgando certidumbre sobre el manejo de la política económica interna.

“Creo que la aprobación de las reformas constitucionales como la desaparición de los órganos autónomos y la reforma al Poder Judicial pueden terminar por darle carpetazo y esfumar la oportunidad del nearshoring para México”. (Con información de Yolanda Morales)

ana.martinez@nulleleconomista.mx