Los fenómenos meteorológicos pueden afectar las operaciones en los aeropuertos, lo que desincentiva a los inversionistas. Foto: Reuters.
Fernanda Martínez.
La temporada de huracanes afecta con retrasos y cancelaciones de vuelos a los aeropuertos, lo que contribuye a un efecto negativo en el mercado.
Las acciones de los grupos aeroportuarios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se vieron afectadas por la llegada del huracán Beryl a la costa de Quintana Roo, el pasado viernes 5 de julio.
Los títulos del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), que opera el aeropuerto de Tijuana, registraron la mayor pérdida del sector al retroceder 2.13% a 277.81 pesos.
El Grupo Aeroportuario del Centro-Norte (OMA), operador del aeropuerto de Acapulco, perdió 2.10% a 151.36 pesos cada acción en la última sesión de la semana en la BMV. Los títulos del Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), bajaron 1.66% a 534.36 pesos cada uno.
Este controlador de terminales opera los aeropuertos de Cancún, Mérida y Cozumel, terminales que se encuentran en la costa impactada por Beryl, así como aeropuertos en San Juan, Puerto Rico y Colombia.
La temporada de huracanes ya es algo previsto por los analistas, comentó Jacobo Rodríguez, especialista financiero en Roga Capital, por lo que la pérdida en el precio de las acciones de los grupos aeroportuarios que cotizan en la plaza bursátil se debió a un movimiento generalizado del principal índice, el S&P/IPC BMV.
Al cierre de la jornada del viernes, el IPC cedió 0.61%, a 52,333.16 puntos, con las acciones de Megacable, Coca-Cola FEMSA y banco Inbursa liderando las caídas.
“Aunque estos eventos naturales son previsibles hasta cierto punto y ya han sido considerados por los analistas, la incertidumbre respecto a la magnitud y la duración de estos fenómenos podría estar contribuyendo al sentimiento negativo en el mercado”, agregó Rodríguez.
El huracán Beryl tocó tierra en la costa de Quintana Roo el viernes a las 00:00 horas como huracán categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson con vientos de hasta 175 kilómetros por hora (km/h) y avanzaba a 24 km/h en dirección oeste-noroeste.
Previo a su llegada a México tenía categoría 5 y causó daños generalizados en Jamaica, lo que afectó carreteras inundadas y árboles y líneas electrónicas caídas, lo que alertó a las autoridades mexicanas.
Conforme se acercó a México su fuerza empezó a debilitarse y terminó su paso por el país como tormenta tropical para después desviarse por el Golfo de México a Texas.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), prevé que el ciclón recupere la fuerza de huracán luego de que entre a las cálidas aguas del Golfo de México.
Cancelaciones, principal desincentivo
La temporada de huracanes afecta tradicionalmente a los grupos aeroportuarios y a las aerolíneas que cotizan en Bolsa por posibles retrasos y cancelaciones de vuelos. Aunque estas previsiones ya están consideradas en las valoraciones de los analistas, eventos de mayor magnitud que los esperados podrían tener un impacto más significativo.
Por ejemplo, tras el impacto del huracán Otis en Acapulco, donde se observaron daños importantes en infraestructura y se cancelaron alrededor de 24 vuelos, las acciones de OMA, operador del aeropuerto de Acapulco, perdieron 1.77% tras el impacto.
Previo a la llegada del ciclón Beryl, el Aeropuerto Internacional de Cancún informó la cancelación de varios vuelos, así como la suspensión de sus operaciones desde las 15:30 horas del 4 de julio.
Entre el 4 y 6 de julio se cancelaron 348 vuelos y solo se permitieron 174 operaciones programadas para aterrizar y 174 para despegues, según la terminal.
Fueron siete aerolíneas que cancelaron sus viajes, entre ellas Volaris, Aeromexico, Southwest Airlines, Frontier Airlines, WestJet, Air Canada y United Airlines.
Los papeles de Volaris, la única aerolínea mexicana que cotiza en la Bolsa mexicana, perdió 3.45% a 11.20 pesos el viernes, siendo la cuarta emisora de toda la plaza bursátil en registrar el peor rendimiento ese día.
Con esta caída, la aerolínea de bajo costo, llegó a su nivel más bajo en lo que va del 2024.
Al igual que la mexicana, todas las aerolíneas que cotizan en Bolsa cerraron la semana a la baja, Frontier Airlines (-6.79%), Southwest Airlines (-5.74%), United Airlines (-3.11%) y Air Canada (-1.20%).
WestJet y Aeromexico no están dentro del mercado bursátil.
“Para los grupos aeroportuarios y aerolíneas, como Volaris, que tienen una fuerte presencia en México, estos eventos representan un riesgo constante”, comentó Jacobo Rodríguez.
“A pesar de que la mayoría de los posibles impactos ya están descontados, cualquier cambio inesperado en la intensidad o duración de los huracanes podría generar movimientos más bruscos en el mercado”, agregó.
No obstante, los inversionistas en la Bolsa mexicana ya no solamente están considerando el inicio de la temporada de huracanes, sino también el cambio climático cuando se trata de estas emisoras afectadas por fuertemente por los cambios en el clima.
Tras la intensidad de la temporada de calor se podría llegar a eventos climáticos más fuertes, lo cual ya ha sido considerado por los analistas al ajustar sus valoraciones para este trimestre.
Sin embargo, la incertidumbre inherente a la predicción de fenómenos naturales hace que los inversionistas adopten una postura de cautela ante esos títulos en el mercado bursátil. (Con información de Agencias)
fernanda.martinez@nulleleconomista.mx