A los griegos les encantaba matarse entre sí, pero además de la guerra practicaban otros deportes. Competían en la ciudad de Olimpia, y mientras las Olimpíadas ocurrían, los griegos olvidaban sus guerras por un rato. En las Olimpiadas griegas nunca participaron las mujeres, los esclavos ni los extranjeros. Lo escribió Eduardo Galeano en su libro «Espejos», 2008, Siglo XXI Editores. Foto de Antigua Grecia.