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El Economista

Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

Ana Karen García.

La creación de la Secretaría de Mujeres es una buena señal debido a que se refleja un esfuerzo por garantizar los derechos de las mujeres en México. Pese a este paso, será importante seguir monitoreando sus funciones, atribuciones y alcances.

El pasado 19 de agosto del 2024, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo anunció que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) se elevará a Secretaría de Estado. También anunció que la política Citlalli Hernández Mora será quien esté a cargo de esta nueva Secretaría.

“El hecho de que la presidenta electa Claudia Sheinbaum en estos días allá elevado el rango del Inmujeres a una secretaria de Estado considero, que es una señal positiva en el sentido que refleja un esfuerzo por contar con las instituciones necesarias para garantizar los derechos de las mujeres en México en todos los ámbitos”, resalta Fernanda García, Directora de Sociedad Incluyente del IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad).

Por su parte, durante el anuncio, Sheinbaum Pardo aseguró que la creación de esta Secretaría permitirá garantizar una transversalidad de género en toda la política pública de México.

¿Pero, que es poner a la perspectiva de género como un eje transversal de la política?

Esto implica poner un lente que considere —en todos los procesos de elaboración de políticas públicas— las desigualdades estructurales y cómo éstas impactan la vida de hombres y mujeres de manera diferenciada.

Y entender estas desigualdades como producto de procesos de exclusión de las mujeres en todas las esferas de la vida pública.

Además de poner una perspectiva de género, es fundamental considerar la interseccionalidad a la hora de levantar políticas, monitorearlas y evaluarlas. Esto implica entender que la desigualdad de género también se cruza con otras desigualdades, como de clase, raciales, étnicas o geográficas.

En este sentido, uno de los grandes retos de la nueva —y pionera— Secretaría de las Mujeres será garantizar que las mujeres, en toda su diversidad, tengan acceso a derechos humanos y sociales básicos; así como a una vida libre de violencia.

La transversalidad implica también que los esfuerzos “de género” no se harán de una manera aislada en algunos sectores, sino que se considerara esta visión para todas las esferas donde toca la política pública.

“Se trata de garantizar los derechos de las mujeres desde lo social, lo económico, la seguridad justicia y como lo mencionó ONU Mujeres México: esto responde o está en línea las recomendaciones internacionales las cuales, pues buscan que los estados aseguren que los derechos”, dijo García en entrevista con El Economista.

¿Qué sigue después de la creación de una Secretaría de Mujeres?
La Secretaría de las Mujeres enfrentará retos enormes: desigualdades profundas en el mercado laboral, pobreza, derechos reproductivos, agresiones sexuales o violencia feminicida, sólo por mencionar algunos.

Con el panorama actual que enfrenta México en materia de derechos de las mujeres, la creación de este organismo y su elevación de rango abre la puerta a mayor cobertura y recursos. Al menos en teoría.

Fernanda García también resaltó que todo dependerá de las atribuciones y las facultades que se otorguen a esta nueva Secretaría; que todavía no las conocemos. Además, habrá que ver también qué presupuesto se le asignará. Estos son factores que definirán gran parte del alcance del organismo.

“Hay que esperar que el presupuesto asignado sea el necesario para poder operar y que sea una institución con margen de maniobra y que pueda implementar programas, dar seguimiento y monitorear”, agregó García.

Este es uno de los aspectos fundamentales y de mayor expectativa en la creación de la primera Secretaría de Mujeres, ya que en los años recientes ha sido castigado el presupuesto destinado a la igualdad sustantiva de género.

El mayor reto: ir más allá de las buenas intenciones
México no sólo tendrá la primera presidenta de América del Norte, sino que también iniciará su gestión con la primera Secretaría de las Mujeres de esta región.

A nivel internacional, México se está posicionado como uno de los países con mayor compromiso con los derechos de las mujeres, sin embargo, es importante que los cambios se hagan de manera estructural y sistemática y no sólo superficialmente.

“Que esta creación de la Secretaría de Mujeres no sea solo una buena intención y no que se quede como una señal positiva o positiva, sino que tenga todo lo necesario para operar”, finalizó la especialista del IMCO.