Para nosotros, para muchas personas, la maestra Dora Alicia Castelán Ramírez fue una gran mujer, una gran amiga, de las personas que poco existen en nuestro medio. Buena servidora pública, amiga, hija, madre, esposa, abuela. Sensible, cariñosa, responsable. Nos dejó una gran tristeza su desaparición física. Este jueves que se cumple su segundo aniversario luctuoso, enviamos un afectuoso saludo a su esposo, a su hijo, hijas y demás familiares. Descanse en paz Dorita. Foto de Odalis Rodríguez.