Durante el quinto año de la administración de Acosta Lagunes, había cierta tensión por algunos hechos de inseguridad. En uno de esos días, en una oficina sonó la red interna de la entonces Dirección General de Seguridad Pública. Era el titular Mario Enrique «Betín» Escobar, quien hablaba: «es algo muy importante, muy confidencial, no se lo comentes a nadie y «vente hecho la mocha» a la Sala de Juntas». El funcionario, sorprendido, se imaginó que algo grave había pasado y se apresuró a llegar  al lugar donde se encontraba una larga mesa con 16 sillas. En una esquina de la misma ya se encontraba el famoso «Betín» quien le indico al funcionario que se sentara, diciéndole: «no se lo vayas por favor a comentar a nadie, pero mi señora esposa me envió cinco tortas de jamón con tomate y nos las vamos a chingar entre tú y yo». «Verífico», como alguien dice. Foto de Karla.