La economía estadunidense registrará un crecimiento de 2.1% el próximo año, alentado por menores tasas de interés que estimularán al consumo y una inflación mucho más cerca del objetivo.
Por:
Yolanda Morales
El Producto Interno Bruto (PIB) de México registrará un crecimiento de 1.9% en el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum alentado, principalmente, por el dinamismo de Estados Unidos, según el banco privado Julius Baer.
Este es el escenario base que tiene la firma y resulta de que se repita la fórmula política que ha operado estos últimos cuatro años en Estados Unidos, con un gobierno demócrata y un Congreso dividido; o bien, con un gobierno Republicano y un Congreso también haciendo el contrapeso, precisó el director de asesoría y productos para las Américas del banco suizo Julius Baer, Esteban Polidura.
En este escenario base, Estados Unidos crecerá 2.1% el próximo año, alentado por menores tasas de interés que estimularán al consumo, inflación mucho más cerca del objetivo y un dinamismo que alcanzará para impulsar a la economía mexicana.
Reconoció que es un escenario más alentador que el estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que acaba de proyectar un crecimiento de 1.3% para México el próximo año.
En el banco de operación global contemplan que las autoridades fiscales de México presentarán una estrategia de consolidación fiscal donde bajarán en tres puntos del PIB el déficit en tres años. Esta gradualidad en el ajuste sería uno de los diferenciadores respecto de las proyecciones del FMI.
Agregó al escenario doméstico, la expectativa de que Banco de México seguirá recortando su tasa de interés, lo que puede acelerar las inversiones y estimular al crédito.
Habrá que conocer los supuestos del FMI para estimar un crecimiento de 1.3% en el 2025, refirió.
El escenario base de Julius Baer incorpora la posibilidad de que siga puliendo la reforma al poder judicial de manera que no impacte la percepción negativa en el Estado de derecho.
En Julius Baer desarrollaron otros escenarios que tienen que ver con el resultado electoral de Estados Unidos.
El carro completo para los republicanos
Si gana el candidato republicano, Donald Trump la presidencia y su partido mantiene la mayoría en el Congreso, que en la firma llaman “barrida Republicana”, probablemente traería consigo mayor crecimiento económico para EU en el 2025.
No es el escenario base, pero le asignan 45% de probabilidad y llevaría al PIB del principal socio comercial a una expansión de 2.5% que “inmediatamente beneficiaría a México”.
“Traería crecimiento, implicaría un repunte de la inflación y más endeudamiento de Estados Unidos, lo que llevaría a México a crecer a una tasa ligeramente arriba de 2 por ciento”.
Claro, apuntó, partimos del entendido que México tomará acciones a nivel doméstico; fomentarán confianza del inversionista, atraerán capitales productivos locales y extranjeros y seguirán fortaleciendo al Estado de derecho.
“De nada serviría que Estados Unidos siga creciendo fuerte si internamente no existen las condiciones para alentar esa inversión”, señaló.
Desaceleración en el 2024
La perspectiva que tienen en Julius Baer acerca de este año para la economía de México es que la economía sí llegará desacelerada a las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial.
De hecho, el Fondo Monetario recién recortó su pronóstico para el PIB de México en el 2024, para dejarlo en 1.5% que contrasta con 2.2% que estimó en julio y que lejos de 2.7% que proyectó en enero de este año.
Para este año, el banco suizo anticipa un crecimiento de 1.1% que también se ha venido ajustando a la baja al identificar el impacto que sí han tenido las tasas tan altas en el consumidor mexicano.
Esta nueva previsión es inferior del rango estimado por la firma en enero, cuando previeron que podía fluctuar entre 1.5 y 2.3 por ciento.
El experto admitió que parte de este ajuste incorpora también el ruido político que ha generado la reforma judicial que considera sí desalentó a las inversiones.
Nearshoring y aranceles
El experto descartó que el impacto positivo del nearshoring se vea reflejado el próximo año, pero asumió que el terreno seguirá preparándose para las acciones que a nivel interno fomentarán inversiones domésticas y extranjeras.
Creemos que el nearshoring no es una oportunidad exclusiva para los estados del norte y bajío, aunque sí tienen ventajas significativas debido a su proximidad con Estados Unidos como los costos de transportación, clusters tecnológicos y mano de obra calificada.
Existen oportunidades en otras regiones del país que pueden aprovecharse mediante inversiones estratégicas, desarrollo de infraestructura y políticas de apoyo adecuadas.
La región sureste posee abundantes recursos naturales y potencial para el desarrollo de industrias sostenibles, como energías renovables. Y el occidente tiene una fuerte industria agroalimentaria, con capacidad de exportación significativa, además de una concentración de empresas de tecnología y electrónica, subrayó.
Será hasta el 2026 o el 2027, que en México habrá evidencias claras en inversión y generación de empleo, suficientes para suponer que son producto del nearshoring, finalizó.