El adviento ha llegado a todos los bautizados. Este tiempo espiritual de
preparación recuerda que Jesucristo fue un creador incansable de esperanza.
Se lee en el Evangelio de San Lucas (21, 28) unas palabras que no han
perdido su actualidad: ¡Levántense, alcen la cabeza; anden con cuidado!
Todavía existen personas que matan la esperanza y embotan su vida de
muchas maneras, pues viven cada día según la divisa romana de “comamos y
bebamos que mañana moriremos”. Por eso, se debe andar con cuidado en la
vida, pues se puede caer fácilmente en la misma actitud de embotar la vida
teniendo únicamente como máximo ideal la satisfacción de las apetencias y del
disfrute propio, dando de este modo muerte a la esperanza.
Uno de los efectos más graves y generalizados de vivir en una sociedad como
la nuestra, que sufre la patología de la abundancia de unos pocos, es la
frivolidad o la ligereza en el planteamiento de los tantos problemas que nos
aquejan como sociedad mexicana y xalapeña. Esta promoción y cultivo de lo
frívolo se traduce en incoherencias fácilmente detectables en los campos de la
cultura, la política, la economía, la sociedad y de los gobiernos que están al
frente de nuestra nación y de nuestro estado.
Una sociedad satisfecha en sus propias apetencias y gustos personales no
desea un cambio radical para bien de todos, pues el presente le satisface y le
basta; una sociedad satisfecha no ve las injusticias, los sufrimientos y la
absurda desigualdad social de cada ciudadano. Una sociedad satisfecha
considera el mundo en que se vive como el único cielo que a toda costa se
quiere mantener, este tipo de sociedad puede darse el lujo de no esperar nada
mejor. En este inicio de adviento para todos, abramos el corazón a la
esperanza de Jesucristo para vivir vigilantes, despertar de la frivolidad y asumir
una igualdad social, económica y espiritual para todos, sin privilegiar a ninguno
pero sin excluir a nadie.
Pbro. Juan Beristain de los Santos
Director
Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa
Foto de E-Consulta Veracruz.
¡Levántense, alcen la cabeza; anden con cuidado!: Arquidiócesis de Xalapa
Lugar:
Xalapa, Ver
Fuente:
Arquidiócesis de Xalapa