Fallecieron Paquita la del Barrio y Yolanda Montes “Tongolele”. Tanto la cantante como la bailarina fueron figuras de la lucha por un espacio en la pantalla y los escenarios, contracorriente, lucharon hasta ganarse el respeto que se les negó en un principio.
Yolanda Yvvone Montes “Tongolele” y Paquita la del Barrio. Fotos:
Con ese rostro cabizbajo, los ojos a punto de desbordarse en mares, el micrófono de mano, siempre, como ese objeto al que es mejor asirse, una muletilla para enfrentar a los públicos, porque nunca fue fácil, pese a los más de 50 años de trayectoria y por las arengas con esa voz desgarrándose contra la infamia de los hombres.
Así era Paquita la del Barrio (Veracruz, 1947), quien jamás la tuvo fácil y quien falleció este lunes a los 77 años, mientras dormía, de un infarto fulminante, en su casa en Xalapa, Veracruz, después de varios días de deterioro en su salud.
Inolvidable es cuando en 2016, en los Premios Lo Nuestro, se presentó sobre el escenario del American Airlines Arena, en Miami, para recibir el Premio a la Trayectoria y ofreció a un público tan conmovido como ella los tan socorridos himnos “Rata de dos Patas” y “Gracias”.
“He ganado dinero para comprar un mundo más bonito que el nuestro, pero todo lo aviento, porque quiero morirme como muere mi pueblo”, dice la canción “Gracias”.
En aquella ocasión, Paquita expresó con la voz entrecortada: “Muchas gracias por haberme aguantado tanto, desde 1947, y yo siento que todavía me quieren, ¿saben por qué? Porque yo he ganado muchos más aplausos que dinero. El dinero no sé ni por dónde lo tiré, pero sus aplausos, ésos los traigo aquí conmigo, ésos ya nadie me los quita, ésos se van conmigo hasta la tumba”.
También es para destacar cuando en los Premios Billboard de la Música Latina de 2021, en el Watsco Center, en Florida, se le rindió homenaje a la cantante, pero el micrófono de pedestal dispuesto sobre el escenario le quedaba demasiado alto y nadie de la producción se aproximó para ajustar el objeto a la altura de la homenajeada. En cambio, fue el cantante puertorriqueño Bad Bunny quien se levantó de su butaca para tomar el micrófono e inclinarlo hacia Paquita y éste recibió de ella el celebérrimo calificativo de “inútil”, a manera de agradecimiento irónico.
Carlos Monsiváis tuvo palabras para Paquita en su libro de crónicas “Apocalipstick” (2009):
“Indiferente a la moda, Paquita deposita en el barrio (la vida popular) su identidad y del barrio extrae su primera clientela, que capta al instante el mensaje de la cantante, en caso de que lo haya: polvo de discos viejos somos, recordar es vivir por primera vez, no hay amor sin desengaño, y, comadre, hágame caso, mejor hallarle chiste a la pobreza porque de allí ya no salimos”.
Tongolele fue censurada por ser “demasiado sexy”
Fue un día fatal para la memoria de la cultura popular mexicana. A la muerte de Paquita le secundó la fatal noticia sobre el fallecimiento a los 93 años de la bailarina, actriz e icono del cine y el cabaret en México, Yolanda Yvvone Montes “Tongolele” (Estados Unidos, 1932), quien también pereció dormida tras padecer severos problemas respiratorios.
“Tongolele” fue un hito y un mito de los escenarios, inigualable en sus pasos, inconfundible con su elegante mechón blanco, una de las mujeres que antepusieron el cuerpo para pugnar por un espacio en la pléyade del espectáculo mexicano del siglo XX, y como muchas otras mujeres que asumían la libertad de su cuerpo, fue censurada “por mostrar el ombligo”.
También fue una mujer a la que varias plumas mexicanas dedicaron algunas palabras. Así como lo hizo con Paquita la del Barrio, Monsiváis, un consagrado cronista de la convulsa Ciudad de México, incluyendo su vida nocturna, escribió sobre Yolanda Montes en el prólogo de “No han matado a Tongolele” (La Jornada Ediciones, 1998), de Arturo García Hernández.
“En 1948, los amaneceres de la Ciudad de México se vieron invadidos hasta el aturdimiento por las extrañas y juguetonas resonancias de una palabra: Tongolele. Tongolele en los periódicos. Tongolele en las portadas de las revistas. Tongolele multiplicado en los cientos de carteles que disputan las paredes de la ciudad. Tongolele es el principal tema de conversación en cafés, restaurantes, cantinas, fiestas y reuniones. De las marquesinas de los teatros a los cabarets y las carteleras de cine (…) Se ha desatado el tongolelismo y en un inútil esfuerzo para contrarrestarlo, las autoridades eclesiásticas reparten volantes a las puertas de los teatros o los arrojan desde una avioneta sobre la ciudad para advertir: será excomulgado todo aquel que cometa el mortal pecado de ver y aplaudir a Tongolele”.
Durante una entrevista con la periodista Cristina Pacheco, Yolanda Montes declaró: “Me decían exótica por mi nombre y el tipo de baile, que era el tahitiano. Aquí estaba la rumba, pero vine con un estilo diferente, bailando descalza y enseñando el ombligo”.
Más adelante, la bailarina recordó que nunca se consideró una personalidad de televisión, sino propia del teatro y el cine. Confesó que en los primeros años incluso estaba “prohibido ver a Tongolele en la televisión. Y eso me daba risa. Salió un periódico en Estados Unidos sobre una vez que me censuraron, no me dejaron cantar. Llegué a Nueva York y me encontré con la primera plana de un periódico diciendo: Tongolele, la artista que su nombre es demasiado sexy para la televisión. Nada más decir mi nombre era demasiado sexy”.
Para recordar a las estrellas
Paquita la del Barrio
- “Paquita la del Barrio. La serie” (2017)Vix Premium y Netflix
Yolanda Montes “Tongolele”
- “Nocturno de amor” – Emilio Gómez Muriel, 1948Claro Video
- “Han matado a Tongolele” – Roberto Gavaldón, 1948Google Play